lunes, 15 de junio de 2020

LÍDERES POLÍTICOS/Jesús Belmont Vázquez/ Prevención de riesgos

LÍDERES POLÍTICOS/
Jesús Belmont Vázquez/  
Prevención de riesgos

Congreso de la Unión.- De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cada año las crecidas repentinas de los caudales de los ríos provocan más de cinco mil víctimas mortales a nivel mundial.
Su potencia es tal que pueden cambiar el curso de los ríos, sepultar casas bajo el barro y arrastrar o destruir todo aquello que se encuentre a su paso.
Figuran entre los desastres más mortíferos del mundo y entrañan graves repercusiones sociales, económicas y medioambientales. Las crecidas repentinas, que ocasionan aproximadamente el 85 por ciento de todas las inundaciones, también conllevan la tasa de mortalidad más elevada.
A medida que aumenta la población mundial, en especial en las zonas urbanas, y las sociedades siguen invadiendo las llanuras inundables, los sistemas de alerta temprana de crecidas repentinas son cada vez más necesarios.
A fin de dar respuesta a esa necesidad, la OMM, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, la Oficina de los Estados Unidos de Asistencia para Desastres en el Extranjero y el Centro de Investigación Hidrológica, se asociaron para elaborar y poner en marcha un sistema de pronóstico que permita emitir alertas tempranas de crecidas repentinas a escala mundial: el Sistema Guía para Crecidas Repentinas.
Se trata de una herramienta de pronóstico concebida para facilitar a los pronosticadores hidrológicos y meteorológicos estimaciones de precipitaciones, fácilmente accesibles y sujetas a control de calidad, procedentes de radares y satélites meteorológicos; mediciones de acumulados de precipitación procedentes de pluviómetros; datos de pronóstico procedentes de modelos de predicción numérica del tiempo, y otros tipos de datos para que puedan emitir alertas oportunas y exactas de crecidas repentinas en todo el mundo.
Durante 2019, los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN), en colaboración con los correspondientes organismos nacionales de gestión de desastres, hicieron llegar a más de tres mil millones de personas de 67 países alertas tempranas de posibles crecidas repentinas de los caudales de los ríos.
En el estado de Chiapas, la administración está consciente de la necesidad de velar por la seguridad de los habitantes, por lo que desde el año pasado presentó al gobierno federal ocho proyectos preventivos que buscan reducir riesgos y evitar o disminuir los efectos del impacto destructivo de los fenómenos naturales.
Los proyectos pretenden reducir vulnerabilidad en la población, en especial en los pueblos indígenas; se busca salvaguardar los bienes, el entorno y a las personas, así como trabajar en el fomento de la cultura de prevención.
Los programas están relacionados con sistemas de alerta temprana para diversos fenómenos como las fuertes lluvias, los sismos y volcanes.
El gobierno del estado gestiona también proyectos para mejorar el equipamiento y uso de tecnología para hacer más eficaz  la atención de las emergencias; reforzar el Programa Preventivo de Protección Civil y con ello robustecer el plano comunitario de la autoprotección.
Otra de las acciones es la actualización del Atlas de Riesgos con la finalidad de promover la capacitación de los habitantes; también la formación de comités comunitarios de voluntarios en protección civil en las zonas de riesgos para la elaboración de programas preventivos.
La verificación por parte del gobernador Rutilio Escandón Cadenas de los trabajos realizados en el muro de contención al norte poniente de la capital Tuxtla Gutiérrez y que forma parte de seis obras que se realizaron para mitigar daños durante la temporada de lluvias, es muestra de las acciones que se vienen ejecutando en favor de la seguridad de los habitantes.  
"Si este muro no se hubiera construido, habríamos tenido consecuencias muy graves para el pueblo con las tormentas Amanda y Cristóbal, por las que tuvimos una semana completa de lluvias", señaló el gobernador.
Sobre el tema, cifras de la Organización de las Naciones Unidas señalan que los desastres naturales le cuestan a México dos mil 942 millones de dólares anuales en promedio.
Elaboradas por la Oficina de la ONU para la Reducción de los Riesgos por Desastres, las estimaciones se basan en los datos que proporcionan las aseguradoras mexicanas que calculan anualmente las probabilidades de ocurrencia de fenómenos naturales y su potencial destructivo.
Se estima que los terremotos generan el mayor costo asociado con un desastre, con un promedio anual de mil 354 millones de dólares, siguiéndole las inundaciones con 870 millones de dólares; los vientos originados por ciclones (613 millones de dólares), las tormentas (103 millones de dólares), y los tsunamis (un millón de dólares).

Jesus.belmontt@gmail.com