Lino Javier Calderón
Recuperar la seguridad del país no es fácil, pero vale la pena continuar con esta lucha para construir un país libre y seguro, afirmó el presidente Felipe Calderón al sostener que jamás abandonará a la sociedad ni la dejará a merced de los criminales. Dijo que no es momento de claudicar ni de bajar la guardia.
En su mensaje a la nación titulado "La Lucha por la Seguridad Pública", el titular del Ejecutivo dijo que que ante el crecimiento de la delincuencia organizada, su gobierno tomó la decisión de enfrentarla y de frenar el proceso de degradación de la vida social e institucional del país.
La disyuntiva entonces, señaló, era ignorar el problema y administrarlo para tratar de evitar los costos de su solución, lo que hubiera implicado abandonar a la sociedad y dejarla en manos de los criminales o hacerle frente con toda la fuerza del Estado y resolverlo.
Expuso que lejos de claudicar en esta tarea se asumió el problema con determinación, porque una de las obligaciones primordiales del Estado es velar por la seguridad y el ejercicio pleno de las libertades de todos los mexicanos y las mexicanas.
En su mismo mensaje a la nación, el primer mandatario de la nación dejó en claro que la única opción para rescatar al país era cambiar radicalmente la actitud de tolerancia y dejadez y encarar con decisión y fortaleza al crimen organizado, cosa que se hizo.
Subrayó que los criminales no tienen el menor reparo en dañar a gente inocente, en asesinar a quien no cumple con sus designios y que por ello su gobierno está decidido a continuar combatiendo sin tregua a la criminalidad hasta ponerle un alto y conseguir el México que queremos,
"Y eso es lo que estamos haciendo con la Estrategia Nacional de Seguridad", puntualizó.
El presidente Felipe Calderón dijo que está claro que recuperar la seguridad no es ni será tarea fácil ni rápida, pero que vale la pena seguir adelante para construir un país libre y seguro.
"Pero como dije desde el primer día: ésta es una lucha que costará tiempo, que costará recursos económicos y que, por desgracia, costará también vidas humanas, pero es una lucha que vale la pena librar porque lo que está en juego es nuestro futuro", indicó.
En este sentido, apuntó que somos mucho más los millones los mexicanos que queremos vivir en paz, más que los criminales que amedrentan y someten, pero que el gobierno de la República está absolutamente decidido a hacerles frente con la enorme fuerza de que dispone.
Pero esta, subrayó, es una batalla que unidos todos los mexicanos vamos a ganar, porque es hora de que sumemos todas nuestras capacidades para recuperar la seguridad pública.
En su mensaje llamó a todas las autoridades del país a comprometerse y a hacer la parte que les corresponde para combatir al enemigo común. Es, agregó, una tarea impostergable y sé que al enemigo se le puede vencer y que unidos habremos de derrotarlo.
El primer mandatario de la nación volvió a criticar a quienes proponen la retirada del gobierno y que parten de la falsa premisa de que los criminales por sí solos abandonarán sus actividades violentas y delictivas, "y eso no es así".
Lo que hay que hacer, externó, es enfrentar a la delincuencia ´porque si nos quedamos cruzados de brazos quedaremos en manos del crimen organizado, viviremos siempre con miedo, nuestros hijos no tendrán futuro, habrá mayor violencia y perderemos nuestra libertad.
"No es momento de bajar la guardia o claudicar. Debemos combatir sin tregua al crimen para defender nuestras libertades, para recuperar nuestra tranquilidad, para que haya más inversión y más empleos, para construir el México más fuerte y ganador que nuestros hijos merecen", señaló.
Como parte de la introducción en su mensaje, publicado ayer en los principales diarios nacionales, el Presidente de la República reconoció la gravedad que implica la delincuencia organizada en el país, uno de los principales desafíos a los que se enfrenta su gobierno.
Se trata, dijo, de una problemática que se ha venido exacerbando con el tiempo, que da intranquilidad a la población, en particular por las violentas ejecuciones de las que se da cuenta cotidianamente.
La inseguridad en general y la información que de ella deriva, subrayó el primer mandatario de la nación, envían no sólo a México sino al mundo una señal de violencia que deteriora la imagen de nuestro país.
"La lucha es, pues, por la seguridad pública, y enfatizo lo anterior porque existe una percepción generalizada de que el objetivo del gobierno es "combatir el narcotráfico" (…) y esto no es así porque nuestro objetivo medular es lograr la seguridad pública de los ciudadanos, y no única ni principalmente combatir al narcotráfico".
Como las causas que general el problema, el jefe de la nación señaló en primer término el gran consumo de drogas en Estados Unidos, nación que tiene el mayor consumo de enervantes.
"Es como si tuviésemos al lado a un vecino que es el mayor adicto del mundo, con el agravante de que todos quieren venderle droga a través de nuestra casa", señaló al dar a conocer que se calcula que en 2008 había en Estados Unidos más de 117 millones de personas que habían consumido droga alguna vez",
De esta cifra, agregó, más de 35 millones lo habían hecho en el último año con datos disponibles, 2008. Y algo más preocupante es que el 33.5% de los jóvenes entre 18 y 25 años, es decir uno de cada tres jóvenes americanos, consumieron drogas ilícitas en ese año.
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