lunes, 20 de febrero de 2012

(ESPECIAL) Por saqueo, la Lotería naufraga

(ESPECIAL) Por saqueo, la Lotería naufraga

*Le desviaron millones para fundaciones como la de Martha Sahagún

 

José Luis Cabral

 

La Lotería Nacional, cuyos ingresos han sido vitales para la asistencia pública, requiere ahora del gobierno federal algo de tantos recursos que ha aportado a ese rubro, para evitar su naufragio,  que se ve inminente pesar de que su actual director general, Benjamín González Roaro, es considerado un innovador porque ha establecido modalidades de sorteos de lotería adicionales a los clásicos, que permiten más ingresos.

La Lotenal, nombre con el que hace décadas se la conoce popularmente, es una de las instituciones gubernamentales más antiguas de México, tiene más de 200 años de historia y tradición que la respaldan, y la aceptación de millones de mexicanos sobre todo los capitalinos, por sus populares sorteos en el edificio Moro, donde la tómbola gira y tras sacar el número corr4spondient al "gordo", los niños que la manejan gritan a todo pulmón el número premiado y …¡premio mayor!... ¡premio mayor!… ¡premio mayor…

En medio del tráfago citadino era familiar a los viandantes el ir y venir de los vendedores de series completas o "cachitos". Por toda la ciudad los ofrecían con tesón y su voz se mezclaba con los pregones que mucha gente recuerda y añora, como el de los ropavejeros, los zapateros remendones, los vendedores de charamuscas y trompadas y tantos otros sepultados por la  modernidad.

Esa misma modernidad y las acciones desatinadas han puesto a la Lotenal cerca del precipicio, a pesar de los actuales esfuerzos de su administración. Han surgido modalidades de juego diferentes que la gente siente de rápida resolución en la última década, por las que sus ventas han caído catastróficamente.

 

 

En un informe enviado por la dirección general de la Lotería Nacional y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a la Cámara de Diputados, se establece que entre el año 2001 y el 2011 ese organismo de asistencia pública sufrió una pérdida de mil 230 millones de pesos, y para seguir cumpliendo sus funciones requiere se le inyecten recursos por igual cantidad-

 

 Los aficionados a la lotería y los beneficiados con sus ingresos se preguntan  cómo es posible que uno de los negocios más lucrativos y redituables del gobierno federal como éste, se halle al borde de la quiebra cuando fue diseñado para generar grandes utilidades de forma sencilla y rápida

 

Al hacer el recuento de las posible explicaciones, surge que para empezar, en el sexenio del presidente Vicente Fox el entonces Secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, estimuló los juegos de azar, en todo el país repartió, de manera indiscriminada, más de 450 concesiones a particulares para montar centros de entretenimiento con posibilidades de ingresos considerables a cambio de pequeñas cantidades, como los "bingo", casinos como el Jack, Playcity, Caliente entre otros.

 Estos lugares de apuestas manejan el concepto de elegancia, confort y seguridad donde se pueden apostar por largas horas montos indeterminados de efectivo sin ningún tipo de restricción, salvo el horario del cierre, bajo un ambiente amigable y cordial; todo contribuyó al descenso considerable de las ventas de billetes de Lotería a escala nacional, a pesar de que legalmente, era la única facultada por el gobierno para realizar juegos de azar.

 

En respuesta, la Lotería Nacional reforzó la venta de lotería instantánea o "Ráscale", que en cierto modo ayudó a paliar la crisis económica de la institución, pero a la postre no dio el resultado que se esperaba porque los cartoncillos y la superficie a "rascar" se elaboraban en Estados Unidos y su costo fue realmente elevado.

 

También durante la administración Fox, la dirección general transfirió recursos a varias fundaciones, como la Mexicana para el Desarrollo Rural, de Lorenzo Servitje, dueño de Bimbo, y, sobre todo, la Vamos México, de Martha Sahagún, para auspiciar gastos suntuosos, como los desfiles de modas,  exhibiciones y aperturas de galerías de arte, conciertos de artistas internacionales y un sin fin de actos sociales totalmente ajenos a la asistencia pública.

 

Y en el año 2006, merced a arreglos políticos con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación SNTE, su dirigente, Elba Esther Gordillo. Consiguió que para su gremio la dirección general de la Lotería Nacional. Fue el pago por inclinar la balanza a favor del PAN.

 

En el año 2008  llegó nuevo director a Lotería Nacional, Francisco Yáñez, impuesto por SNTE. De inmediato Yáñez entregó a Jorge Kawaghi, ex hijastro de Elba Esther Gordillo, un contrato para suministrar servicio médico de los empleados y billeteros de la institución. Se beneficia a hospitales privados, como el Mocel para trabajadores.

Este seguro de gastos médicos no aplica a los expendedores oficiales, quienes venden el 52 por ciento de las emisiones de billetes. El absurdo de esa situación es que la Lotería pagaba ese servicio aunque contaba con instalaciones médicas propias y ambulancias, pero  en  pésimas condiciones.

 

Yáñez fue relevado por Miguel Ángel Jiménez, quien favoreció considerablemente a un periódico de Campeche con publicidad institucional y gacetillas pagadas a favor del candidato del PAN a gobernador de la entidad, y durante su administración se incrementó la deuda interna de la Lotería porque los expendedores oficiales y billeteros en conjunto adeudan más de 280 millones de pesos.

 

El actual director del ente, Benjamín González Roaro, demuestra documentalmente que durante su administración la Lotería ha mejorado, pues en el año 2010 obtuvo los ingresos más altos en la última década. Pero esas acciones positivas no bastan para detener las consecuencias inmediatas del déficit mencionado

 

El tiempo apremia. González Roaro es considerado un innovador porque ha instituido nuevos sorteos de lotería, que complementan a los tradicionales. Implementó el "Cachito móvil", que es la lotería vía celular; la "lotería electrónica por internet" y otras formas, como el Gordito y el Sorteo Nuevo de Lotería Mexicana.

Como la gente todavía no se acostumbra a las innovaciones, estos dos últimos aumentan los gastos de operación de la Lotería y el margen de ganancia es muy poco para los expendios y billeteros, y la devolución total del billete no vendido supera el 70 por ciento de las emisiones.

 

El problema de los sorteos electrónicos, que quizá son el futuro de la Lotería en México, es que no son accesibles para todos, pues requieren acceso a computadoras, y porque todavía predominan en el mercado las personas, fundamentalmente de la tercera edad, a las que les gusta ver y palpar su billete físicamente.

 

En el año del bicentenario, en 2010, la Lotería recibió del gobierno federal más de 28 millones de pesos para remodelar el edificio del "Moro" y conmemorar el bicentenario con la elaboración de un mural y la creación de un museo, que a la fecha no están terminados, con una inversión de ocho millones de pesos.