domingo, 20 de mayo de 2012

En medio de protestas, recibe Slim doctorado honoris causa en EU

 En medio de protestas, recibe Slim doctorado honoris causa en EU
Washington DC -Baltimore.-El empresario Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, recibió hoy un grado honorario de la Universidad de George Washington por su labor filantrópica, mientras decenas de manifestantes intentaban interrumpir la ceremonia con acusaciones de que ha hecho rico a expensas de los pobres y por sus prácticas de "monopolio".
Con el emblemático obelisco de fondo, Slim recibió el grado "honoris causa" por su extensa trayectoria de filantropía y servicio público y comunitario, durante una ceremonia de graduación al aire libre en la explanada conocida como el "Mall" de Washington.
El magnate del sector de telecomunicaciones, que en junio de 2009 recibió la "Medalla del Presidente" de la misma universidad, ofreció un breve discurso en inglés en el que alentó a los recién graduados a tomar riesgos y enfrentar los desafíos con optimismo.
"El daño emocional no viene de terceros sino que se forja dentro de nosotros mismos...vivan el presente plena e intensamente, no permitan que el pasado sea una carga pero que el futuro sea un incentivo", aconsejó Slim ante alrededor de siete mil personas, entre estudiantes y sus familias, incluyendo algunos de sus familiares sentados en primera fila.
"Vivan con un sentido de urgencia cuando estén creando, cuando estén innovando, cuando estén resolviendo problemas... muchos veces van a cometer errores, es humano, pero que sean pequeños: acéptenlos, corríjanlos y olvídenlos, no se obsesionen con ellos", subrayó Slim, quien consideró que "el cielo y el infierno lo llevamos dentro".
Slim, de 72 años, es dueño de la telefónica Telmex, que su conglomerado, Grupo Carso, adquirió en 1990, según la revista Forbes. Esa adquisición, a su vez, le dio el control del 80 por ciento de las líneas telefónicas fijas en México, mientras que otra de sus empresas, Telcel, controla el 70 por ciento de la telefonía celular en ese país.
El Grupo Carso también tiene una participación en los sectores de tecnología, finanzas y ventas al por menor, por lo que sus detractores aseguran que Slim ha "asfixiado" a la competencia y, de esta forma, ha contribuido a un alza en el desempleo en México.
Slim, cuya fortuna neta se calcula en casi 69 mil millones de dólares, recibió el grado honorario junto al célebre periodista de la cadena NBC, Brian Williams, y la artista y graduada de la universidad, Clarice Smith.
Según la universidad, un total de más de 25 mil personas han participado en sendas ceremonias de graduación entre el viernes y hoy en el "Mall".
A una cuadra de donde se realizaba la ceremonia, alrededor de un centenar de manifestantes gritaban consignas de "No a Carlos Slim!" y "Dos países, una voz", para protestar contra sus presuntas prácticas de monopolio en México.
Los activistas, que incluyeron a miembros de la comunidad afroamericana, acusaron a Slim de hacerse rico a expensas de los pobres en México y América Latina, al mantener un "monopolio" e imponer precios excesivos en el sector de telecomunicaciones en su país.
"Los precios en México están demasiado altos y él (Slim) se está aprovechando del sistema y las reglas del Gobierno, y aprovechándose de la gente de México...queremos que sepa que ya sabemos lo que hace en México y América Latina y no vamos a dejar que haga lo mismo acá en Estados Unidos.", dijo Andrés Ramírez, de la coalición "Dos países, una voz", que organizó la protesta.
Por su parte, Arnoldo Borja, del grupo "Mexicanos sin Fronteras", consideró inaceptable "premiar" a un hombre que se ha hecho rico "en un país donde hay 60 millones de pobres".
Pese a las protestas del grupo, la universidad dijo en un comunicado que lo concedía el grado a Slim "en reconocimiento a sus contribuciones al desarrollo empresarial y comunitario en México y América Latina, y a su extensa obra filantrópica".
Sus obras, aseguró la universidad, han "logrado mejoras e inversiones en educación, cuidado de salud, empleos y bellas artes, entre otras".
Aunque la coalición había prometido alrededor de mil manifestantes, el número no superó el centenar y pese, al ruido de numerosas vuvuzelas, tampoco logró interrumpir la ceremonia.