Propone CEESP mantener fortaleza financiera para inventivar la inversón.
Lino Javier Calderón
En su reporte semanal el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) propuso que para fortalecer el crecimiento e inversión en la economía mexicana se debe mantener la fortaleza financiera de la administración pública, principalmente de los tres niveles de gobierno, a fin de fomentar la concreción de nuevos proyectos productivos.
El organismo privado dependiente de del Conceso Coordinador Empresarial (CCE), reiteró que también debe fortalecerse el marco jurídico en niveles federal, estatal y municipal en materia de inversión en infraestructura, que incluya una asignación eficiente y equitativa de los riesgos en los contratos.
Dijo que es prioritario que la administración píublica en los tres niveles de gobierno deben detonar la inversión en infraestructura no sólo se requiere de una Reforma Fiscal, también es fundamental mantener y mejorar la fortaleza financiera del Estado mexicano y los organismos descentralizados.
El CEESP estimó que también debe fortalecerse el marco jurídico en niveles federal, estatal y municipal en materia de inversión en infraestructura, que incluya una asignación eficiente y equitativa de los riesgos en los contratos.
A su vez, es indispensable mejorar los procesos de planeación y desarrollo de proyectos integrales y fortalecer la información y transparencia, añadió el organismo en su análisis estratégico semanal.
En el documento titulado "Infraestructura: Impulso al crecimiento", el CEESP expuso que la participación del sector privado en la inversión en infraestructura depende de la disponibilidad de financiamiento.
Para fortalecer esa disponibilidad, abundó, las políticas públicas deben asegurar la estabilidad económica; el diseño de proyectos viables; marcos jurídicos a niveles federal, estatal y municipal sólidos; y la fortaleza financiera del Estado y los organismos descentralizados.
Señal que el vínculo entre infraestructura básica y el crecimiento económico es importante, ya que el gasto en inversión tiene un impacto positivo en la demanda agregada y en la capacidad productiva de una nación, y la infraestructura tiene un efecto detonador o multiplicador en la inversión privada.
Pero además de los beneficios económicos, destacó, la apertura de oportunidades y el desarrollo que la provisión de infraestructura básica conlleva tiene efectos favorables en la reducción de la desigualdad y la pobreza, la violencia y el crimen.
Añade que uno de los aspectos más sobresalientes de la inversión en infraestructura básica, que por definición es un bien público y debe ser provista por el Estado para que exista en cantidad y calidad adecuadas, es el número de beneficios positivos que genera.
Indica que sin embargo, la inversión pública que necesita México está en el rango de entre 6.0 y 8.0 del Producto Interno Bruto (PIB). A nivel nacional, la inversión pública presupuestal es de 2.8 por ciento del PIB aproximadamente (1.0 por ciento adicional fuera de presupuesto).
El CEESP expone que este volumen de inversión, el cual es bajo en comparación con estándares internacionales, no permite hacer frente eficazmente a los rezagos en infraestructura básica, educación, salud y seguridad pública.
El CEESP refirió que el desarrollo de infraestructura básica ha estado influenciado por factores de mercado, las políticas públicas, así como también por factores institucionales, culturales y socio políticos, ante lo cual, el gobierno ha diseñado esquemas alternos para detonar mayores niveles de inversión.Los programas varían en función del grado de participación del sector privado en los proyectos de inversión, con el fin de diferir el impacto del gasto en las finanzas públicas y mejorar la eficiencia y calidad en la prestación de servicios, entre otros objetivos, puntualizó.
Lino Javier Calderón
En su reporte semanal el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) propuso que para fortalecer el crecimiento e inversión en la economía mexicana se debe mantener la fortaleza financiera de la administración pública, principalmente de los tres niveles de gobierno, a fin de fomentar la concreción de nuevos proyectos productivos.
El organismo privado dependiente de del Conceso Coordinador Empresarial (CCE), reiteró que también debe fortalecerse el marco jurídico en niveles federal, estatal y municipal en materia de inversión en infraestructura, que incluya una asignación eficiente y equitativa de los riesgos en los contratos.
Dijo que es prioritario que la administración píublica en los tres niveles de gobierno deben detonar la inversión en infraestructura no sólo se requiere de una Reforma Fiscal, también es fundamental mantener y mejorar la fortaleza financiera del Estado mexicano y los organismos descentralizados.
El CEESP estimó que también debe fortalecerse el marco jurídico en niveles federal, estatal y municipal en materia de inversión en infraestructura, que incluya una asignación eficiente y equitativa de los riesgos en los contratos.
A su vez, es indispensable mejorar los procesos de planeación y desarrollo de proyectos integrales y fortalecer la información y transparencia, añadió el organismo en su análisis estratégico semanal.
En el documento titulado "Infraestructura: Impulso al crecimiento", el CEESP expuso que la participación del sector privado en la inversión en infraestructura depende de la disponibilidad de financiamiento.
Para fortalecer esa disponibilidad, abundó, las políticas públicas deben asegurar la estabilidad económica; el diseño de proyectos viables; marcos jurídicos a niveles federal, estatal y municipal sólidos; y la fortaleza financiera del Estado y los organismos descentralizados.
Señal que el vínculo entre infraestructura básica y el crecimiento económico es importante, ya que el gasto en inversión tiene un impacto positivo en la demanda agregada y en la capacidad productiva de una nación, y la infraestructura tiene un efecto detonador o multiplicador en la inversión privada.
Pero además de los beneficios económicos, destacó, la apertura de oportunidades y el desarrollo que la provisión de infraestructura básica conlleva tiene efectos favorables en la reducción de la desigualdad y la pobreza, la violencia y el crimen.
Añade que uno de los aspectos más sobresalientes de la inversión en infraestructura básica, que por definición es un bien público y debe ser provista por el Estado para que exista en cantidad y calidad adecuadas, es el número de beneficios positivos que genera.
Indica que sin embargo, la inversión pública que necesita México está en el rango de entre 6.0 y 8.0 del Producto Interno Bruto (PIB). A nivel nacional, la inversión pública presupuestal es de 2.8 por ciento del PIB aproximadamente (1.0 por ciento adicional fuera de presupuesto).
El CEESP expone que este volumen de inversión, el cual es bajo en comparación con estándares internacionales, no permite hacer frente eficazmente a los rezagos en infraestructura básica, educación, salud y seguridad pública.
El CEESP refirió que el desarrollo de infraestructura básica ha estado influenciado por factores de mercado, las políticas públicas, así como también por factores institucionales, culturales y socio políticos, ante lo cual, el gobierno ha diseñado esquemas alternos para detonar mayores niveles de inversión.Los programas varían en función del grado de participación del sector privado en los proyectos de inversión, con el fin de diferir el impacto del gasto en las finanzas públicas y mejorar la eficiencia y calidad en la prestación de servicios, entre otros objetivos, puntualizó.
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