Iker Llanos Ayala*
Desde el terremoto que azoto a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, en la Ciudad de México y en el resto del país, no se tienen antecedente alguno del cierre por mas de tres meses de los diferentes juzgados y fiscalías tanto a nivel local como a nivel federal, en las diferentes materias del derecho como lo son civil, familiar, penal, arrendamiento, amparo, administrativa, laboral, todos los juzgados cerraron su puertas ante la inminente llegada del virus llamado COVID 19 que ataco a todo el mundo y nuestro país no fue la excepción, ante la gravedad del virus, el poder judicial federal así como los locales, emitieron paulatinamente acuerdos en los cuales señalaban que suspendían sus términos y permanecerían cerrados y que por consiguiente no se trabajaría ningún asunto que se hubiera tramitado antes o después de dicha suspensión de términos.
Primeramente en dichos acuerdos señalaban un mes de suspensión de actividades y por lo tanto no se recibiría ninguna demanda, promoción o escrito alguno hasta que mejoraran las condiciones de salud para el país, pero poco a poco se fueron dando cuenta que el virus era mas letal y peligroso de lo que se imaginaba y se dieron muchos casos de personal tanto de juzgados como de las diferentes fiscalías que salieron infectados por el virus del Covid 1, por lo que pasado ese primer mes, siguieron sendos acuerdos en los cuales extendían el tiempo de cierre de los juzgados y únicamente se atendían los llamados casos urgentes, que son los que se atienden cuando esta en juego la libertad de alguna persona o personas, en estos casos no se puede suspender términos o no atenderlos, todo esto por supuesto en la materia penal, así también en la materia familiar se considerado como casos urgentes las pensiones alimenticias.
Pero quitando estos ejemplos toda la impartición de justicia se detuvo incluso en las Agencias del Ministerio Publico tanto a nivel Federal como Local, solo atienden a los asuntos llamados urgentes, como lo son personas detenidas, pero las carpetas de investigación que son llamadas sin detenido no han sido trabajadas ya que por disposiciones de las diferentes fiscalías para proteger a todo su personal del virus del Covid 19 las madres y personas de la tercera edad recibirían una licencia con goce de sueldo hasta que pasara la pandemia, por lo que los pocos Ministerios Públicos que quedaron para trabajar, solo lo hacían por guardias y en horarios específicos en las fiscalías a las que están adscritos, pero no trabajaban los demás asuntos pendientes, lo preocupante también es la gran cantidad de demandas, denuncias, promociones y tramites que están pendientes de presentar por los diversos actores del sistema de justicia de nuestro país, como lo son despachos jurídicos en diversas materias, empresas y oficinas gubernamentales, ya que primeramente se pensó que esta pandemia solo duraría unas cuantas semanas o un poco más, pero ante el hecho de que la pandemia llego para quedarse, es preocupante en gran medida los datos que el mismo Tribunal de Justicia de la Ciudad de México de acuerdo con su portal de la Dirección de Estadísticas podemos observar que solo de marzo a mayo se dejaron de recibir un total de 64 mil 692 juicios en las diversas materias, un rezago histórico, ya que nunca en la historia del país se había suspendido por tanto tiempo el sistema de justicia y es más preocupante que no se le está dando la importancia que se le debe dar ya que nuestro sistema de justicia podría colapsar, de por si con una gran carga de trabajo del día a día por parte de juzgados y fiscalías y si a esto le súmanos todo el trabajo rezagado por el cierre de más de 3 meses en dichos jugados y fiscalías, no es de extrañarse que la impartición de justicia en los próximos meses en todo nuestro país sea lenta o nula ya que un juez o fiscal no tendría el tiempo suficiente para analizar debidamente alguno de los cientos de asuntos que le toque resolver y mucho menos de recabar y valorar las pruebas necesarias para resolver debidamente cada asunto que le toque y por otro lado están las víctimas del delito que esperan justicia, la cual en el mejor de los casos no llegara rápidamente o deficiente.
El claro ejemplo de esto es en el Estado de México que el pasado día 27 de julio abrieron sus puertas todo sus juzgados en las diferentes materias y se observaron largas filas de abogados, pasantes y personas que esperaron por varias horas para poder presentar sus promociones, demandas y diversas promociones de los diversos asuntos que tienen, el mismo caso sucederá seguramente en la Ciudad de México ya que hay despachos, empresas y también dependencias gubernamentales que solo están contado los días para que se habrán los juzgados para poder presentar todas sus promociones que tienen pendientes desde hace más de 3 meses.
Al ritmo que se observa todas estas acciones y que el número de contagios en nuestro país va en aumento, la impartición de justicia no solo en la Ciudad de México sino en todo el país ya de por si lenta, tendrá que ser todavía más, algunos Jueces, Ministerios Públicos y Abogados Litigantes con los que he tenido oportunidad de hablar coinciden que esta situación que se vive es histórica y peor aún que está latente el gran peligro de que nuestro Sistema de Justica colapse por no tener el personal suficiente de atender la gran demanda de asuntos nuevos y los que quedaron pendientes antes del virus del Covid 19.
Ojala todo esto que está pasando sea un llamado a las personas encargadas de impartir justicia en todos los ámbitos y materias, para que se den cuenta de la gran problemática que está sucediendo en todo el país y realicen las acciones correspondientes para prevenir el colapso del Sistema de Justicia en nuestro país.
*Lic. Iker Llanos Ayala
iker.llanos/ abogado
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