viernes, 21 de noviembre de 2014

José Revueltas, terriblemente humano: Eduardo Antonio Parra

José Revueltas, terriblemente humano: Eduardo Antonio Parra
 
·        Especialistas, escritores e intelectuales abordaron la importancia cultural y social de su vida y obra en el Centenario del Natalicio del autor de El Apando
 
"José Revueltas (Santiago Papasquiaro, Durango, 20 de noviembre, 1914- Ciudad de México, 14 de abril, 1976) supo ser humano, terriblemente humano", expresó el escritor Eduardo Antonio Parra durante su participación en la mesa La palabra sagrada, como parte de las conmoraciones por el Centenario del Natalicio del escritor duranguense, en la que amigos, escritores e intelectuales, comentaron la importancia cultural y social de su vida y obra.
 
"Los relatos de José Revueltas resultan vibrantes debido a la humanidad que los alienta, sus personajes principales tienen realismo, son contradictorios, densos y están atormentados por sus vidas íntimas y creencias políticas", describió en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes (Cenart) el escritor Eduardo Antonio Parra.
 
Para el autor de Nostalgia de la sombra el realismo y humanismo sin concesiones, lo convirtieron en un escritor incómodo, creador de una obra que no es para el gusto de cualquiera, aun en los tiempos actuales y cuya obra resulta una experiencia difícil de describir.
"Revueltas es un autor cuyas historias duelen al mismo tiempo que deslumbran, el retrato del México subterráneo y marginal que consigue plasmar a través de las palabras es inquietante, incómodo y acaso desagradable, pero iluminador en estos días".
 
Por ello consideró que en sus relatos pretendía establecer un equilibrio, pues mostraba lo abominable, pero a la vez intentaba quitarle peso dejando entrever que el ser humano es capaz de contener altas dosis de grandeza.
 
Por su parte, el miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, Vicente Quirarte destacó que unas palabras de José Revueltas bastan para demostrar su vigencia en el pensamiento de un país en permanente deuda con su congruencia y su talento.
 
"El ejemplo moral e intelectual de su escritura permanece como testimonio de la salvación que otorga nombrar la desesperación y trascenderla".
 
La investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Edith Negrín, habló de cinco razones personales para amar, extrañar, leer y releer a José Revueltas.
 
La primera de ellas, su sensibilidad, que lo llevó a comprender a todos los humillados, vencidos, explotados y marginados en su momento histórico, no sólo con los que era políticamente correcto solidarizarse, como los indígenas y obreros, sino con los rateros, los asesinos, los padrotes y las prostitutas.
 
De acuerdo con la académica, la segunda razón por la que hay que amarlo es la intensidad de sus pasiones a la militancia, el conocimiento, la verdad, la escritura y las mujeres, mientras que la tercera, involucra a su obra escrita, en especial su narrativa que permite acercarse al valor sagrado de la palabra y a la responsabilidad para usarla.
 
La cuarta razón es leerlo y releerlo para entrar en un mundo inquietante y a un camino hacia nuestros abismos interiores. Por último, —dijo—, hay que amarlo por la profundidad de sus razonamientos, la levedad de su humorismo, sus contradicciones y sus paradojas.
 
En ese sentido, la maestra de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Carmen Galindo, abordó la relevancia que tuvo en la literatura de José Revueltas, la presencia de los delincuentes y los presos políticos.
 
Y es que al haber sido encarcelado en diversas ocasiones, el autor de El luto humano, conoció a personas en lugar donde "se conoce a la gente en su desnudez, en toda su grandeza y toda su mezquindad, ahí no se puede mentir", aseguró la académica.
 
Carmen Galindo agregó que otro aspecto relevante fue la función que le daba a su literatura de desenajenar al lector y alejarse de la llamada "cárcel ideológica".
 
Por otro lado, el ensayista y poeta Evodio Escalante señaló facetas poco conocidas de José Revueltas, entre las que se encuentran su quehacer como crítico literario, crítico de arte e incluso, filósofo del arte.
 
Aseguró que el autor de El Apando escribió una serie de textos que hablan de los grandes maestros de la pintura mexicana: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
 
También hay un documento con toda una reflexión de estética de la escritura que se completa con otro ensayo que tiene que ver con la estética mediatizada frente a una estética de la libertad.
 
En cuanto al séptimo arte, José Revueltas cuenta con escritos sobre el conocimiento cinematográfico y sus problemas, pues fue guionista (de alrededor de 20 películas) y dio clases de técnica cinematográfica en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), y en el Instituto de Cine Cubano.