 Reportaje
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ELLAS SÓLO QUIEREN  								SER
         						
         						"Las mujeres son como olas,  								no importa la competencia que haya en altura o  								duración entre una ola y otra: son agua", así  								las definió el maestro budista vietnamita, Thích  								Nhat Hanh. Y en este caso, estas féminas son una  								muestra de su lucha, perseverancia e  								inteligencia
         						
Por Isela Serrano / Luces  								del Siglo (*) 								
Se autoriza reproducción con crédito  								a la revista y autora
         						
Cancún, Qna. Roo.,  								a 2 de  								marzo de 2012
         						
Algunas pisan fuerte,  								pilotean o van al frente de un ferrocarril,  								otras son como la luna: no tiene que ser llena,  								creciente o menguante, porque son en sí mismas  								una en cada fase. A propósito del Día  								Internacional de las Mujeres, Luces del Siglo  								dialogó con una astrónoma, una asesora de  								seguridad pública, una directora de noticias,  								una actriz, una legisladora y una política. 
 								
¿Qué tienen en común? Que no les gustan las  								etiquetas, quizás las une también la utopia que,  								en palabras del escritor uruguayo Eduardo  								Galeano: "les sirve para caminar". Quizá así se  								entiende por qué en el azaroso tablero de la  								vida avanzan, regresan o son capaces de empezar.  								De tú a tú conversan con la candidata del PAN a  								la Presidencia, Josefina Vázquez Mota; hablan de  								pecados y de tabúes como el sexo. 
 								Julieta Fierro, astrónoma de la UNAM. 
A  								sus 64 años baila una pieza de su autoria: El  								mambo de Galileo, en honor al astrónomo Galileo  								Galilei, toma clases de ballet clásico, borda  								manteles, ha recibido los premios de Divulgación  								de la Ciencia de la Academia de Ciencias del  								Tercer Mundo, el Kalinga de la UNESCO en 1995, y  								muchos más. 
La astrónoma mexicana  								Julieta Fierro es autora de más de cuarenta  								libros, ha dictado centenares de conferencias en  								México y en el extranjero, y ha diseñado cientos  								de talleres de ciencia para niños. 
"Las  								jóvenes de hoy quieren ser las mejores en el  								trabajo, la casa, como mamás, esposas y hacer  								deporte. La realidad: están agotadas. Deben  								saber que no tienen que ser las mejores en nada,  								las mujeres somos valiosas por el simple hecho  								de serlo; si elegimos una profesión y no somos  								las mejores, si no tenemos impecable la casa, o  								no vamos al gimnasio, no pasa nada". 
A  								Josefina Vázquez Mota, aspirante presidencial  								por el Partido Acción Nacional le propone:  								"Josefina, si llegas a la Presidencia, crea un  								Instituto Nacional de la Felicidad, los  								mexicanos sabemos de fiestas, amigos, somos  								altruistas, construimos familia; esas son  								fuentes de felicidad. Si hiciéramos más énfasis  								en esto que en las drogas, habría una población  								más feliz". 
Incluye un Instituto  								Nacional de las Drogas y la Violencia; el  								primero, para buscar sustitutos de la felicidad,  								hay alternativas que los jóvenes deben saber,  								hacer el amor y comerse un chocolate equivale a  								darse "un toque" de mariguana. 
En el  								Instituto de la Violencia deberían analizarse  								las fuentes de Violencia. Recomienda un curso de  								comunicación, las mujeres necesitamos aprender a  								decir "no" y los hombres necesitan aprender a  								pedir lo que quieren, antes de usar los golpes.  								Si comenzamos a combatir la violencia  								intrafamiliar –concluye– será más fácil combatir  								la violencia a nivel nacional. 
"Ojalá te  								vaya bien, Josefina, sabes que no soy partidaria  								del PAN porque no se vale, nadie tiene por qué  								opinar sobre cómo y cuándo me tengo que morir y  								menos en la manera en la que quiero morir. En  								ese tipo de leyes y el rechazo al aborto o a la  								pastilla del día siguiente no comulgo con el  								PAN, pero hay otras en las que sí podemos  								trabajar y podemos colaborar". 
Desde su  								oficina, en el Instituto de Astronomía de la  								UNAM, cuyo espacio pareciera un túnel con  								dulces, peluches, dinosaurios, así como  								telescopios y globos terráqueos, explica que los  								economistas han estudiado la felicidad porque la  								fuente de economía es el consumo; éste se da por  								factores como estatus, prestigio o poder. Hay  								una condición que no requiere de consumo, como  								hacer la comida favorita de los hijos, contar un  								cuento, llevar a pasear a los niños. 
 								Elena Arcilla, directora de Noticias de Grupo  								Sipse. 
En tiempos en los que un escaso  								número de mujeres ejercían el periodismo en su  								natal Mérida, Yucatán, su deber era permanecer  								en la redacción y estar pendiente si ocurría  								algún suceso inesperado los días festivos. A  								diferencia de sus compañeros, las notas que  								reporteaba no incluían su nombre ni apellido por  								el simple hecho de ser mujer. 
Hoy, Elena  								Arcilla es directora de Noticias de Grupo Sipse,  								consorcio que integra prensa, radio y televisión  								en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana  								Roo. A su cargo está el cuerpo de reporteros,  								coberturas especiales. Ella dirige el área de  								noticieros del canal local TVCUN y jerarquiza la  								información que esta televisora lleva a su  								público en su barra de noticias. 
Ella  								relata a Luces del Siglo que las dificultades  								que enfrentó en sus inicios profesionales "no  								han sido en sí mismas un obstáculo; toda vez que  								las tomó como parte de un aprendizaje. Ahora  								–dice– soy la primera en rodearme de mujeres. 								
"¿A quién admiro? Ante todo a mi madre,  								una mujer con discapacidad visual que educó a  								cuatro hijos y 10 nietos, baila, cocina y es  								divertida". En una ocasión –narra– una  								habitación del segundo piso de su casa se cerró.  								Su progenitora le dio la instrucción de abrir la  								ventana pasando por el protector y el bóiler. 								
"Después de hora y media de intentarlo  								me dijo '¿no has abierto?' Ella subió, desde  								abajo yo la veía con admiración y temor de que  								le fuera a pasar algo. Abrió, y con la mano en  								la puerta me dijo lo que no olvidaré: 'cuándo  								quieres algo, tienes que hacerlo. No puedes  								esperar que alguien lo haga por ti'". 
 								Elena Arcilla atesora esas palabras y valora  								haber tenido la fortuna de contar con una abuela  								que a los 60 años viajaba en moto y otra que  								opinaba que las mujeres no debían acudir a la  								escuela. La directora de Noticias de Grupo Sipse  								llama a las mujeres a empeñarse en hacer lo que  								deseen y esforzarse para dar lo mejor de sí  								mismas. 
Orgullosamente yucateca –dice–,  								a mí me da vergüenza que algunas mujeres  								utilicen otras artes distintas al trabajo para  								lograr lo que desean. Creo que deberían  								desaparecer del planeta. No me refiero a quienes  								utilizan su cuerpo para ascender, no lo quiero  								decir así porque eso es prostitución. Me refiero  								a quienes utilizan el arte de convencer,  								cabildear, seducir u otra cosa que no sea  								trabajar. Hay mujeres así, a mi particularmente  								me avergüenzan". 
A Josefina Vázquez Mota  								le diría que no olvide que su condición le  								permite tener una visión más amplia de las  								cosas; esto para pensar en el pasado y el futuro  								de forma particular; de tal suerte que puede  								tomar el pasado para identificar los errores y  								no volver a cometerlos, y el futuro para saber  								hacía donde caminar. 
Si existiera un  								pecado capital que cometen las mujeres cercanas  								al poder y la política, éste sería no  								responsabilizarse de sus obligaciones y tomar un  								rol masculino creyendo que es la única forma de  								desarrollarse en su entorno. "La realidad es que  								no necesitamos dictadores, sino líderes. No  								importa si es varón o mujer, hay que demostrar  								la contribución a la causa, y desde ahí, invitar  								al equipo a trabajar pero no obligarlo". 
 								
Isabel Arvide Limón, asesora de Seguridad  								Pública de Quintana Roo. 
En su casa  								conserva una fotografía del Día del Ejército de  								2010. La saluda el presidente Felipe Calderón, a  								su lado se encuentra el secretario de la Defensa  								Nacional, el general Miguel Galván. Para mí  								–externa–, la dedicatoria de puño y letra  								"Festejando en nuestro día" viniendo del militar  								con más alto rango del país "es un  								reconocimiento a mi persona, tratándome como una  								igual". 
Y es que en el mundo casi  								infranqueable de la milicia y del hermetismo a  								ultranza del sistema de procuración de justicia  								mexicano, Isabel Arvide ha sabido no sólo tocar  								la puerta, sino entrar y sentarse a la mesa. "A  								ellos y a mí nos identifica el miedo. Somos  								gente que tenemos miedo a tener miedo. Por eso  								actuamos contra cualquier cosa que pudiera  								asustarnos". 
La también promotora del  								"Modelo Coahuila", estrategia de seguridad  								pública en Coahuila y Quintana Roo se defiende:  								"algunos me elogian, otros tratan de utilizar lo  								poco que se sabe públicamente de mi vida para  								hacerme daño. Lo único que demuestra que he  								vivido, que he tenido una historia interesante:  								que he sido amada y abandonada, sí. ¡Bendito sea  								Dios! Me parece excelente haber tenido la  								congruencia que para mi generación fue  								importante: la libertad sexual como sinónimo de  								libertad". 
Abordo de su camioneta  								blindada que transita por las calles de  								Chetumal, la también periodista que enfrentó una  								demanda de Sasha Montenegro por haberla llamada  								"encueratriz", sostiene tras el auricular: "El  								sexo es una manera de expresión pero muchas lo  								usan como medio de conquista, de poder o  								manipulación; quien así lo utiliza termina  								entrampada en sus mismos afanes". 
De  								llegar a la Presidencia Vázquez Mota, opina que  								"sentaría un precedente negativo para el país".  								Expone: "Josefina tiene un concepto de igualdad  								indigestado. Su equipo ha tratado de ocultar el  								libro que escribió Dios mío, hazme viuda por  								favor, es una mujer con un conocido trauma por  								su propia apariencia: lleva dietas casi  								anoréxicas, hace ejercicio obsesivamente y  								rechaza a una de sus hijas por el simple hecho  								de ser de talla gruesa". 
La asesora de  								seguridad pública de Quintana Roo, quien dice  								sentirse orgullosa de ayudar a identificar su  								voz al general Bibiano Villa, personaje que  								generó controversia al declarar: "si veo un  								'zeta' lo mato, ¿para qué interrogarlo?",  								asegura que una mujer comete un pecado capital  								cuando no se permite ser ella misma,  								desarrollarse. 
"A mis 60 años no me  								arrepiento de nada. Hice lo que quise hacer en  								su tiempo, y a destiempo. No dejé malos  								sentimientos en nadie. Estoy en paz, no retirada  								de la vida, no retirada de las pasiones pero sí  								en paz con lo vivido". 
Addy Joaquín,  								política en retiro. 
Es cozumeleña. Su  								padre es el empresario hotelero de origen  								libanés, Don Nassim Joaquín Ibarra; su hermano  								Pedro Joaquín Coldwell fue gobernador de  								Quintana Roo y actualmente presidente nacional  								del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. 
 								"Es muy difícil caminar y llegar al poder. Como  								legisladora y diputada competí en un mundo de  								hombres. Uno tiene que aprender y no cometer  								errores. Las mujeres nos hemos unido.  								Lamentablemente algunas no se dejan convencer de  								sus capacidades y prefieren mirar a otros  								horizontes". 
Desde la paradísiaca isla,  								manifiesta que "una mujer tiene la capacidad  								para ser gobernadora y gobernar el país. Las  								mujeres aprendemos de nuestros errores,  								lamentablemente a veces lo hacemos cuando es  								tarde y no podemos cambiar, aunque tengamos la  								capacidad de hacerlo".
A título personal,  								sin cargos políticos ni en nombre de ningún  								partido, siente "tristeza ver que cuando una  								mujer se da cuenta de su verdadera capacidad y  								en lugar de utilizar su energía para ella misma,  								la destina para apoyar a que los hombres lleguen  								al poder". 
Orgullosa por haber sido dos  								veces legisladora, relata, "me he movido en  								muchos ámbitos: tuve la oportunidad de trabajar  								en forma internacional con las fracciones  								interparlamentarias del Congreso de la Unión, he  								estado en reuniones con presidentes de México y  								de otras partes del mundo. He tenido cargos  								internacionales. Me siento orgullosa, no de lo  								que he hecho, sino de personas que me han  								ayudado a llegar a donde llegué, personas que me  								impulsaron, confiaron en mí y así fui  								descubriendo que una mujer puede salir  								adelante". 
"Todas mis campañas: buenas y  								malas; ganadas o perdidas, las disfruté por el  								contacto con el pueblo. Me encantan las  								relaciones humanas y me fascina la política como  								vocación de servicio a la comunidad. Detesto a  								los políticos corruptos. ¿Libros? No, gracias,  								el tema está trillado". 
Pilar Jufresa,  								conductora de Reformulando. 
Para la  								actriz y directora de teatro, Pilar Jufresa, "es  								tiempo de que las mujeres se compadezcan de los  								hombres machistas". Quienes más pierden, apunta,  								son quienes ejercen el machismo. 
 								Considera que un error común entre las mujeres  								que toman el poder es usarlo para pasar por  								encima de otras mujeres. "Vázquez Mota asegura  								'voy a cuidar de su familia como yo he cuidado a  								la mía'. No, no quiera como mujer usted pasar  								por encima de otras mujeres. La política es  								aparte. La política es estrategia, acción,  								acuerdos, convenios e inteligencia y mirar para  								el bien ciudadano", dice molesta. 
Para  								dar una pincelada cromática al mundo de la  								política, toma el título del libro Tiempo de  								canallas, de la escritora norteamericana Lillian  								Hellman. "Siempre ha habido canallas, sólo que  								antes estaban más decididos los roles y hoy hay  								más hipocresía. Los canallas siguen siendo unos  								canallas con mirada de cordero. En las  								dictaduras hay un canalla, en una democracia se  								reparten el 'canallismo', complicidad de hoy me  								toca a mí, mañana a ti". 
En este  								libreto, el papel de las mujeres de poder es  								terrible, como prueba, relata la respuesta de  								Beatriz Paredes cuando le preguntaron si deseaba  								ocupar la jefatura del Gobierno del Distrito  								Federal. "'¡Quiero y puedo!'", dijo ella. Y me  								pregunto, ¿dónde quedamos los ciudadanos?" 
 								
De su historia personal escoge dos  								anécdotas. "Era la única pelirroja, con ojos  								azules y pecas". Los maestros me consentían, los  								compañeros se burlaban. Mi madre me recomendó  								presumir las pecas: "diles que son de elegancia  								porque pocos las tienen". Aquello funcionó, como  								suele ocurrir también en la política. 
 								Pilar Jufresa conduce Reformulando, un programa  								de crítica y análisis trasmitido en Radiofórmula  								donde realiza caricatura política. "En México no  								queda más que reír, llorar o gritar al menos 10  								minutos al día", añade. 
Para ella, los  								jóvenes poseen una opinión clara, precisa y  								concisa de muchos temas. Ya no cree que México  								no tenga remedio, está convencida que hay  								solución: los jóvenes tienen la mecha prendida,  								sólo les falta unirse, y qué mejor que a través  								de las redes sociales. 
Podíamos  								ayudarlos teniéndoles más confianza porque son  								plenamente capaces de discernir, de tomar  								decisiones. Decirles, "sí vas a poder resolver  								el problema, te doy todo mi aval". Luego  								comparte una anécdota. 
Relata que a los  								cuatro años de edad, su hija decidió irse de su  								casa porque no quería recoger los juguetes. "Me  								metí al baño, agarré una toalla, le puse un  								cepillo de dientes, le hice un nudo, la tomé de  								la manita, bajamos las escaleras, abrí la  								puerta, le puse las toallas, cerré la puerta y  								me subí al balcón. Llegó a la esquina y se sentó  								en la banqueta. Me temblaban las piernas". 
 								
Luego de un rato, cuenta, se levantó y la  								niña tocó la puerta. "Tengo hambre, mami".  								"Cuando uno se va de la casa tiene que ver dónde  								comer. Yo no te eché, tú decidiste que te ibas,  								tienes que buscar donde comer porque ya no vives  								acá". "Tengo hambre, mami". "Es la única vez que  								me dirás que te vas de la casa porque la próxima  								vez te vas en serio. Sube y guarda los  								juguetes". 
De esta anécdota, pasa al  								terreno político: "se habla del poder del  								gobierno de reprimir, cuando los padres, los  								maestros tenemos ese poder tenemos que irnos con  								cuidado, cuando gastamos toda nuestra capacidad  								de discernir podemos ejercer la autoridad,  								mientras tanto hay que dialogar. A los jóvenes  								hay que darles confianza". 
Cuando quiere  								burlarse de una situación, apela a su condición  								de mujer, "discúlpame soy mujer, así somos las  								mujeres, muy malvadas". Se divierte y crea su  								propia catarsis, también como en el teatro. 
 								
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FRASE: "Me molesta que nos  								feliciten en una fecha que más que celebrar, es  								un día para recordar porque hay muchos temas  								pendientes como son la violencia y la  								desigualdad laboral de las mujeres. En vez de  								celebrar, deberíamos contribuir todos los días  								para obtener soluciones a una problemática que  								no debe esperar más", Elena Arcilla, directora  								de Noticias de Grupo Sipse. 
FRASE: "Ha  								sido una pesadilla tener una mujer como jefa. No  								hay peor enemigo que otra mujer en una posición  								de poder. ¿Por qué? Por los vicios familiares de  								competencia de las mujeres para probarse  								cotidianamente con el resto de la sociedad, de  								creerse igual, más capaces o valientes que los  								hombres", Isabel Arvide, asesora de Seguridad de  								Quintana Roo.
FRASE: "Como diría Porfirio  								Díaz, que todo cambie para que todo siga igual.  								¿Qué pasa con esas mujeres que siempre se andan  								quejando? ¡Háganles su día, o un monumento!",  								Pilar Jufresa, actriz y directora de teatro. 
 								
FRASE: "Hagan como si fueran hadas, si andan  								en la calle y el hijo del vecino tiene problemas  								con la tarea, échenle la mano, compartan las  								galletas que hayan horneado, compartan sus  								habilidades. Eso les va a hacer muy bien, porque  								se vuelven solidarias. Van a estar contentas. Y  								cuiden a su familia, no hay que discutir ni  								ofender", Julieta Fierro, astrónoma.
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