viernes, 11 de marzo de 2011

SE PRESENTA CON ÉXITO LA ORQUESTA DE CÁMARA DE BELLAS ARTES EN LA BIBLIOTECA JOSÉ VASCONCELOS

*Recibe caluroso reconocimiento por parte del público asistente al concierto
*Repetirá su repertorio en el Conservatorio Nacional de Música, con entrada libre
 
 
Con un lleno total, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) ofreció ayer un espléndido concierto en el Auditorio de la Biblioteca José Vasconcelos, que se encuentra en Buenavista. El mismo programa será interpretado nuevamente el domingo 13 de marzo, a las 12 horas, en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música, cuya entrada es libre.
 
Luego de unas palabras de bienvenida, el director huésped Ramón Shade hizo su mejor esfuerzo para que la OCBA sonara mejor que nunca, al interpretar la obertura de La huerfanita, de José María Chávez; el Concierto para piano no. 1, de Beethoven, y la Sinfonía no. 99, de Haydn.
 
Desde la primera obra, el público se entregó completamente. Tan fue así que,  desde las 18:30 horas, mucha gente ya se encontraba formada para asistir a uno de los mejores conciertos que ha dado hasta la fecha esta agrupación perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
 
A pesar de que no se sabe casi nada del compositor de La huerfanita, José María Chávez, el público dio muestras de haber disfrutado de una obra que muy pocas ocasiones es interpretada con tal maestría. Posteriormente le tocaría el turno al primer concierto para piano de uno de los gigantes de la música universal: Beethoven, cuyos solos fueron Fernando García Torres, quien se encuentra en una de sus mejores etapas interpretativas.
 
Fue tanta la pasión y entrega del pianista mexicano que el público asistente hizo que saliera dos veces a recibir prolongados aplausos. Un gran estímulo para quien recibiera en 2007 la Medalla Mozart, en la categoría de intérprete, el cual es considerado el máximo reconocimiento mexicano a la excelencia en música académica.
 
Luego de mostrar su virtuosismo y sensibilidad, García Torres, en señal de agradecimiento, salió a tocar un encore, con tanta pasión y emoción que el público nuevamente volcaría sus ovaciones a este extraordinario pianista.
 
Enseguida, la OCBA haría una ejecución impecable de la Sinfonía no. 99, de Haydn, una obra que 217 años después de haber sido compuesta no ha perdido ni un ápice de frescura.
 
***