Lino Calderón
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), advirtó que las expectativas positivas de crecimiento económico para 2010, la recuperación en los niveles del agua de las presas y el descubrimiento de yacimientos petroleros no son señales para evadir las reformas estructurales y la renovación en la infraestrucutra hidráulica que requiere el país.
En su Análisis Económico Ejecutivo de esta semana, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) , explica que la Secretaría de Hacienda actualizó su expectativa de crecimiento económico para 2010 en 3.9%, mientras que el sistema Cutzamala recuperó el nivel de agua y se publicó el descubrimiento de yacimientos petroleros en las costas de Campeche y Tabasco.
"Estos eventos podrían generar un ambiente de excesiva confianza que podría inhibir los cambios que se requieren", anticipa el CEESP.
La estimación de crecimiento del PIB de 3.9% para este año aún es producto de la inercia que generan factores como el incremento en la demanda de los consumidores en Estados Unidos, según el organismo que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
"Al tener la seguridad de que la recuperación podría ser rápida y robusta, se corre el riesgo de que los cambios estructurales que requiere el país pudiesen rezagarse nuevamente", destaca el documento del CEESP.
el organismo destaca que las buenas noticias siguen fluyendo y eso contribuyó para que la Secretaría de Hacienda corrigiera al alza su pronóstico de crecimiento del PIB para 2010, ubicándolo en 3.9 por ciento.
Este porcentaje, además de ser nueve décimas de punto porcentual superior a su estimación previa, está más en línea con las previsiones de los analistas del sector privado y organismos internacionales, según lo señaló la dependencia en su comunicado de prensa.
El organismo de investigación del sector privado explica que la mejora en los pronósticos responde, por una parte, a la mejor perspectiva de la demanda externa y por otro, a la evolución favorable de la demanda interna.
"No hay duda de que estas son señales importantes de que la evolución de la economía podría tener un dinamismo mayor a todas las previsiones hechas apenas hace algunos meses. Sin embargo, pese al entorno favorable que esto representa, existe un serio riesgo", advierte el CEESP.
Según el organismo, al tener la seguridad de que la recuperación podría ser rápida y robusta, se corre el riesgo de que los cambios estructurales pudiesen rezagarse de nueva cuenta, como consecuencia de una excesiva confianza en el hecho de que aun cuando no se hiciera nada, la actividad económica podría seguir creciendo.
Es por ello que se debe tener en cuenta que el crecimiento estimado de cerca de 4.0 por ciento responde, principalmente, a un comportamiento inercial de la actividad productiva.
Aunque este crecimiento puede estar respondiendo a una mejora del mercado interno, sigue dependiendo en gran medida de lo rápida y sostenida que sea la recuperación de Estados Unidos, la cual también deberá enfrentar algunos retos durante los próximos meses.
Además, señala el organismo, se debe tener en cuenta que este ritmo de avance sigue siendo insuficiente para lograr un desarrollo sostenido del país, y esto no deja duda sobre la necesidad de lograr los cambios estructurales que requiere el país.
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