Instalan grupo de coordinación
del DF en materia de seguridad
*Participan también dependencias federales
Lino Calderón
El Gobierno del Distrito Federal creó un grupo de coordinación en materia de seguridad con la participación de dependencias e instituciones federales como la Secretaría de Gobernación, el CISEN, la Secretaría de la Defensa y de Marina, PGR, y del gobierno de la Ciudad como SSP, PGJDF.
Al respecto el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera destacó que se trata de un Grupo de Coordinación Interinstitucional compartir datos de inteligencia y sobre todo con las áreas limítrofes de la Ciudad de México.
Mientras que el Procurador capitalino Rodolfo Ríos explicó que se trata de mantener la comunicación y coordinación para que se mantenga La Paz y el orden público. Aunque en entrevista el procurador capitalino rechazó que exista delincuencia organizada en la capital y menos aún presencia de la familia Michoacana.
Asimismo aseguró que la ciudad ya está blindada y esto se trata de simple comunicación e intercambio de información e inteligencia.
Los integrantes de este grupo de coordinación, se encuentran además del jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Espinosa; secretario de Seguridad Pública en el Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeida; el delegado de la Secretaría de Gobernación en el Distrito Federal, Javier Mendoza Montes; el director de Investigación del CISEN, licenciado Ricardo Popoca González; el delegado general del CISEN Metropolitano, licenciado René Rodríguez Oviedo; el coordinador estatal de la Policía Federal en el Distrito Federal, comisario Francisco Abigail Galindo Vázquez; el Jefe del Estado Mayor del Alto Mando de la Secretaría de Marina, contralmirante Rafael Adolfo Suárez González; comandante de la Primera Zona Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional general de Brigada Gustavo Nieto Navarro; el delegado de la Procuraduría General de la República en el Distrito Federal, maestro Benjamín Marina Martín; el subdelegado federal del Instituto Nacional de Migración en el Distrito Federal, Víctor Vidaurri Castillo.
El subinspector Alejandro Sánchez Consuelo, encargado de la Unidad Administrativa que investiga la Organización Regional de la Policía Ministerial en el Distrito Federal; el comandante en jefe, Raúl Peralta Alvarado, jefe general de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal; el Primer Superintendente Luis Rosales Gamboa, subsecretario de Operación Policial en la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal; y el de la voz, Rodolfo Ríos Garza, procurador General de Justicia del Distrito Federal.
Mancera acepta la ayuda federal por inseguridad en el DF
Después de negar durante más de un año la presencia del crimen organizado en la capital del país, este mes el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, aceptó la entrada de las tropas federales en la Ciudad de México.
Algunos analistas políticos que comentaron el hecho, interpretaron esta reacción como el reconocimiento de que el problema de la inseguridad y la violencia, provocada por los grupos que se disputan el tráfico de drogas en la capital, ya rebasó la capacidad de las autoridades locales y de sus policías.
"Tenemos temas concretos, nosotros estamos interesados en asuntos muy concretos sobre todo en las áreas limítrofes, ese va a ser un tema muy importante de este equipo de coordinación y estoy seguro que va a abonar en la seguridad de la ciudad", dijo el Jefe de Gobierno al instalar la primera Reunión del Grupo de Coordinación Distrito Federal, el pasado martes.
Las ejecuciones violentas registradas en las últimas semanas, principalmente en la delegación Gustavo A. Madero (GAM), entre los grupos que controlan el narcomenudeo han ido en aumento y cada vez son más sangrientas.
Mancera aceptó la ayuda federal para combatir al crimen, incluso, por primera vez, el jueves se vio ya la presencia del Ejército durante un operativo en la citada delegación, pero, de alguna manera, sigue sin aceptar por completo el hecho de que los grandes cárteles operan en la capital.
El Jefe de Gobierno deja el problema al nivel de grupos de narcomenudistas.
Desde el 5 de diciembre de 2012, cuando la administración actual tomó el control del gobierno capitalino, se negó la presencia del crimen organizado en el Distrito Federal; el problema, dicen las autoridades del GDF, son las narcotienditas, el narcomenudeo, los traficantes menores.
Incluso, en junio del año pasado, en plena efervescencia por la desaparición de 13 jóvenes de Tepito del Bar Heaven, en la Zona Rosa, lo atribuyó a un tema "de rivalidad entre pandillas" y no a una venganza entre distribuidores de drogas, como señalaba la mayoría.
Por las mismas fechas, el entonces Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, aceptó que en el Distrito Federal existía la actividad de cárteles; sin embargo, Mancera rechazó tal posibilidad.
"El crimen organizado es un concepto amplio. Le preguntaron (a Mondragón) que si hay algún cártel en la Ciudad de México y él dice lo mismo que yo he estado diciendo: que no hay ningún cártel, que no hay ninguna nomenclatura (cártel) de las nomenclaturas que hay en otras entidades", respondió el mandatario capitalino.
Mancera explicó que los análisis de seguridad se realizan periódicamente y los resultados indican que hay un incremento marginal de los homicidios dolosos y un "descenso claro" en temas relacionados con la delincuencia organizada.
"Tengo en mi poder los análisis federales (…) Ahí lo van a ver muy claro, cómo está la evaluación del Distrito Federal, que coincide exactamente con lo que hemos señalado", dijo Mancera.
LOS OPERATIVOS
El 12 de febrero pasado, poco menos de tres meses después del brutal asesinato de dos menores de 13 y 14 años, así como de una mujer de 19 años –quienes según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) recibieron al menos 130 balazos de AK-47–, autoridades de la demarcación, de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, del Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) y de la propia PGJDF pusieron en marcha el operativo "Cuautepec Seguro".
Antes, en octubre de 2013, y ante las protestas ciudadanas por la muerte de los adolescentes, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), Jesús Rodríguez Almeida, ordenó en esa zona, una de las más conflictivas y violentas de la GAM, el operativo "Rastrillo". En éste se involucraron 400 policías que no tuvieron éxito para contener la operación de lo que las autoridades llaman "narcomenudeo".
En el caso de "Cuautepec Seguro", las autoridades del GDF desplegaron a 550 policías de la región de Cuautepec y de la Secretaría de Seguridad Pública. El objetivo, dijeron, era "prevenir actos delictivos, evitar la violencia y garantizar que las familias maderenses (sic) puedan convivir tranquilamente en los parques y jardines, además de que puedan transitar libremente por las avenidas de la zona".
La Delegada perredista Nora Arias Contreras presumió que ese era el primer operativo permanente de su tipo en la capital del país y que, con ello, habría resultados positivos para mermar a las "pandillas" narcomenudistas.
Pero los delitos, los asesinatos, el consumo y venta de drogas, y la corrupción en el territorio de Cuautepec se mantienen intactos.
De acuerdo con recientes informaciones, los comerciantes de los tianguis de Barrio Bajo y Barrio Alto –situados en la zona– han contratado seguridad privada, porque vieron desplomarse sus ventas ante la ola de asaltos que ocurrían ante la indiferencia policíaca. "La gente no iba porque había mucho robo hormiga y, como la policía no hace nada, se organizaron", afirmó Edgar Méndez, de la organización Barrio Activo, en Cuautepec.
En cuanto al consumo de droga, dijo, ha ido en aumento entre los jóvenes y han detectado la venta de todo tipo de sustancias, en especial LSD (ácido lisérgico) de muy baja calidad. Esa organización ha denunciado ante las autoridades la venta de drogas e incluso señalado a quienes la realizan pero, a cambio, sólo han recibido amenazas.
Apenas a principios de este mes Cuautepec fue escenario de una nueva ejecución múltiple cuando, cerca de las 21:00 horas, un grupo de hombres armados ingresó a una vivienda y acribilló a seis personas: tres mujeres y un hombre, así como a dos menores de edad.
Rodolfo Ríos Garza, titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), dijo que las investigaciones indican que la ejecución de las seis personas se debe a un ajuste de cuentas entre criminales de la zona, dedicados al narcomenudeo, y ligado al asesinato de un hombre en días pasados.
También a mediados del mes, a la entrada del lujoso Hotel Four Seasons, sobre avenida Paseo de la Reforma, un asaltante robó e hirió a un hombre ante, al menos, una decena de testigos, lo que da un nuevo indicio de la violencia en la capital.
LAS PROTESTAS
La represión violenta de las protestas ciudadanas es otra de las acusaciones que ha pesado sobre Mancera. Esta semana, el 10 de junio, grupos de anarquistas atacaron nuevamente a representantes de medios de comunicación durante una marcha, un fotógrafo de la agencia Associated Press resultó gravemente herido.
Para completar la semana difícil de Mancera, el pasado jueves, fue obligado a salir con escolta del informe de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Perla Gómez Gallardo, luego de que un grupo de jóvenes lo rodeara y le lanzara reclamos por las agresiones sufridas durante distintas manifestaciones públicas desde que asumió la administración de la Ciudad.
Entre los presentes también se encontraban el Secretario de Seguridad Pública estatal, Jesús Rodríguez Almeida y el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, así como el Secretario de Gobierno, Héctor Serrano, entre otros funcionarios, quienes también tuvieron que salir del recinto.
Los jóvenes le reclamaron al mandatario capitalino el uso de la fuerza pública para disolver manifestaciones, así como los excesos cometidos por la policía no sólo contra manifestantes, sino también contra defensores de derechos humanos y periodistas.
Durante su discurso, jóvenes identificados como parte del colectivo 1DMX irrumpieron y le lanzaron consignas. Una mujer identificada como Gisela, quien afirmó que fue a ese informe por iniciativa propia, subió al templete con una cartulina cuyo mensaje decía: "¡Protestar no es delito, reprimir sí!"; esa misma consigna la repitió cuando tuvo a Mancera Espinosa frente a ella, relató a SinEmbargo.
Ante esta acción, Mancera se quedó parado y unos instantes después le dio el micrófono a Gisela; sin embargo, cuando la joven iba a hablar le cerraron el audio.
En ese momento, el resto de los colectivos reunidos en la sede de la CDHDF comenzaron a gritar consignas. Aunque antes de ese momento ya habían sacado cartulinas y mantas, pero se mantenían en una protesta silenciosa.
Del lado izquierdo del auditorio, relató Gisela, lanzaron una botella de agua al pódium. De acuerdo con diversos medios, los activistas "agredieron" a Mancera. Pero según el relato de Gisela, los integrantes de los colectivos se situaron del lado derecho del recinto, por lo que es falso que ellos hayan intentado agredir al titular del GDF.
Luego de esto, guardias de seguridad rodearon al Jefe del Gobierno del DF y lo sacaron por la parte trasera del Auditorio Digna Ochoa.
"¡Libertad, libertad a los presos libertad!", corearon los jóvenes del colectivo.
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