miércoles, 18 de abril de 2012

El narco mexicano compra mujeres en Argentina

El narco mexicano compra mujeres en Argentina
Los Zetas y el cartel de Sinaloa operan en la provincia de Córdoba, según denunció la periodista y escritora mexicana Lydia Cacho. "Vender un ser humano es mucho más redituable que la droga"
Infoabe
De visita por Argentina, Cachó presentó su libro Esclavas del poder, con un exhaustivo mapa de las redes de la trata y explotación sexual en la región. Según señala, los carteles empezaron a reclutar víctimas en el interior del país sudamericano bajo engaños o por la fuerza.
"Tanto los Zetas como el cartel de Sinaloa ya están aquí y están comprando seres humanos", alertó la periodista, que indicó que trabajan en pequeñas comunidades locales que "están en situación de pobreza y cuya economía está dañada".
Las investigaciones demuestran que se metieron de lleno en estas operaciones porque "vender un ser humano es mucho más redituable que vender droga". "Lo dijo un ex traficante detenido en California al que pude entrevistar: un kilo de cocaína lo vendes una vez, pero a una niña puedes venderla cientos de veces", sostuvo.
Las denuncias de la mexicana no se detuvieron solo en el narcotráfico, sino que también apuntó contra la normalización de la prostitución hecha por la sociedad y el sistema político. "Según estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Crimen (Onudc), en la Argentina hay medio millón de mujeres atrapadas en redes de trata, y existen 8 mil prostíbulos, entre ellos los mil verificados en la ciudad de Buenos Aires por la ONG La Alameda", remarcó.
En su libro, Cacho recoge la historia de mujeres y niñas que lograron escapar del circuito de la trata de personas. "En estos cinco años he visto el ejercicio de la crueldad más infame, con niñitas prostituidas, vejadas. Pero también vi gente arriesgándolo todo por salvarlas. Eso me ayudó a no perder la cordura ante tanto horror y a no perder la fe en el condición humana", sostuvo.
La escritora citó a la emblemática Susana Trimarco, quien desde hace 10 años busca a su hija Marita Verón y, en el camino, logró liberar a decenas de jóvenes víctimas de la prostitución. El caso fue llevado a juicio, aunque aún así no se logró dar con el paradero de la mujer.