sábado, 15 de febrero de 2020

¿Qué Justicia Transicional?

¿Qué Justicia Transicional?

La llamada "Caminata por la Paz" ha puesto de nuevo al centro de la agenda nacional a la justicia transicional. Este concepto, poco conocido por la mayoría de la sociedad, es el eje de la propuesta que diversos colectivos han planteado al presidente Andrés Manuel López Obrador. 
Los principales impulsores de la movilización han asegurado que, a pesar de que el presidente comprometió en campaña la implementación de un modelo de justicia, verdad, repetición y garantías de no repetición -componentes de la justicia transicional-, el gobierno de la 4T ha reculado en dicho propósito y que han centrado sus esfuerzos únicamente en el esclarecimiento del caso de los 43 normalistas desaparecidos, sin tomar en cuenta las miles de víctimas de las políticas equívocas de las anteriores administraciones. La solicitud esencial de estas organizaciones es la implementación de una comisión de la verdad como un órgano independiente de carácter internacional cuyo principal propósito es la investigación y procesamiento de casos emblemáticos de corrupción. 
Quienes han estudiado diversos mecanismos de responsabilidad penal para crímenes graves, saben que no hay un modelo de justicia transicional único, muy por el contrario, cada país, de acuerdo a su circunstancia, debe diseñar una configuración flexible y procedimientos ad hoc que atiendan a la realidad que se pretende enfrentar.
Por la complejidad de la situación y atendiendo a que el conflicto que enfrenta nuestro país no ha terminado, muy por el contrario, sigue en curso, es conveniente adoptar una postura que exponga a las y los tomadores de decisiones, así como a la ciudadanía en general, algunas propuestas ancladas en una revisión acuciosa de la experiencia comparada y en su adaptación al caso concreto no solo de México como país, sino segmentada a regiones que tienen problemáticas y circunstancias particulares. 
Diversidad de personas de la academia, sociedad civil y profesionales han sido convocados por la Secretaría de Gobernación a fin de diseñar un modelo de justicia transicional que cumpla con los parámetros mencionados. Los trabajos de este esfuerzo van adelantándose.
Al centro de toda decisión, debe privilegiarse que transitar hacia una vida democrática y hacia la construcción de una paz duradera, partiendo de un escenario lastimado por la violencia y la desigualdad, implica darles voz a las víctimas, integrarlas en los mecanismos de participación de los que antes fueron excluidas, ponerlas al centro. La aplicación de los estándares internacionales es imperante y necesaria, pero no es suficiente. Los procesos de la justicia transicional deben involucrar, en todo momento, a quienes estuvieron directamente involucrados en el conflicto y no estar reservados solo a quienes detenten el poder.