jueves, 19 de octubre de 2017

José Antonio González Anaya evade respuestas sobre corrupción en Pemex

José Antonio González Anaya evade 
respuestas sobre corrupción en Pemex
Redacción 

Serie de preguntas sin respuestas fue lo que se vivió ayer en la Cámara de Diputados, durante la comparecencia del director de Pemex José Antonio González Anaya quien se presentó ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.
Para comenzar, el Diputado Ciudadano Macedonio Tamez lo interrogó respecto de irregularidades por corrupción, morosidad de la empresa y los excesos de los privilegios laborales que gozan algunos empleados sindicalizados.
Recordando las irregularidades acontecidas durante el periodo de Emilio Lozoya en Pemex, el diputado preguntó qué se encontró en la entrega/recepción en cuanto a irregularidades cometidas en la dirección de Lozoya y si se ha dado parte a contraloría o a la Procuraduría General de la República.
En su segunda intervención el Diputado Ciudadano cuestionó también sobre el tema de la morosidad en los pagos a empresas  y cuál ha sido la estrategia que ha implementado el director para atender este problema, por el que Pemex tiene muy mala fama.
El director de Pemex José Antonio González Anaya, comentó que durante la gestión del anterior director de la empresa, (Emilio Lozoya Austin), "el 80 por ciento de los contratos se adjudicaron de manera directa, mientras que hoy el 80 por ciento son contratos competitivos".
Sin dar nombres, comentó que sobre las denuncias de corrupción en el caso Odebrecht, Pemex presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) y contrató un despacho externo "para hacer una investigación independiente".
Durante su comparecencia el funcionario indicó que, a partir de las denuncias, se cancelaron todos los contratos con la empresa y se interrogó a "un número muy importante de funcionarios involucrados".
"No somos procuraduría pero trabajamos en el ámbito de nuestras competencias y colaboramos con la PGR y la SFP", sostuvo.
Sobre las refinerías, aseveró que la tendencia en el mundo, salvo en Asia, ya no es crear más refinerías, sino ampliar y modernizar las existentes, lo cual está sucediendo en el caso de la empresa productiva del Estado.
"La tecnología de las refinerías en el mundo ha venido cambiando y hay algunos datos interesantes: el número de refinerías en el mundo se ha venido disminuyendo y, de hecho, fuera de Asia, no se han construido nuevas.
"Lo que sí ocurre es que (las refinerías) se reconfiguran, se reamplían, se modernizan las diferentes plantas que ya se tienen. En mayor y menor medida eso estamos haciendo en Pemex (en sus seis refinerías de México y la ubicada en Estados Unidos)", abundó el funcionario.
Comentó, además, que "la construcción de las refinerías es bien difícil", por lo cual "lo que tenemos que buscar es ir modernizando las refinerías actuales, sobre todo las de la costa para irles aumentando poco a poco su capacidad".
Destacó que se están reactivando las inversiones en las refinerías, para terminar con el rezago de mantenimiento, pero ello ha implicado detener sus operaciones, lo cual ha derivado en que el procesamiento de petróleo sea bajo este año, al igual que en el anterior.
"Pero hay un dato interesante que quisiera resaltar, que es el siguiente: nuestra meta ya no es y no debe ser procesar petróleo, porque eso implicaba en muchos casos, aunque el proceso de petróleo y la producción de gasolinas fuera mayor, que Pemex perdiera dinero", externó.
En otro orden de ideas, afirmó que las finanzas de la empresa productiva del Estado ahora son estables, pero mejorables, y que ya cubrió sus necesidades de financiamiento para lo que resta de este año y 2018.
Señaló que la estabilidad se alcanzó debido al plan de negocios que se implementó tras su llegada a Pemex y que tiene como eje fundamental la rentabilidad.
"Este plan de negocios tiene dos vertientes y así se fue desarrollando, y así fue el mandato que recibimos cuando llegamos a Pemex. El primero fue ajustar las finanzas de la empresa y, el segundo, fue utilizar y acelerar todos los instrumentos de la reforma energética", manifestó.
González Anaya subrayó que otro avance, que parecía difícil de alcanzar, fue que desde hace dos meses Pemex "ya cubrió todas sus necesidades de financiamiento de aquí al final de 2018, es decir, ya no tiene que salir a los mercados a financiarse".
Sin embargo, "quiero aclarar, que eso no quiere decir que no vamos a salir, sí vamos a salir para mejorar el perfil y la liquidez de la deuda y para que cuando termine la actual administración dejemos hacia adelante una empresa de esta magnitud", abundó.
Comentó que Pemex ha tomado varias medidas para estabilizar sus finanzas entre ellas la adquisición de coberturas petroleras, el mejoramiento del gasto y el reajuste de inversiones para no sacrificar la producción ni la eficiencia tras el recorte presupuestal de 100 mil millones de pesos que tuvo en 2016, así como la inyección de recursos para el pago a proveedores.
El funcionario federal apuntó que Pemex ocupa el lugar décimo quinto en refinación y octavo en producción de crudo, con reservas 3P de 22 mil millones de barriles; sin embargo, tiene el reto de enfrentar la caída de producción en el yacimiento de Cantarell, que hace 10 años era de 2.1 millones de barriles diarios y hoy es de 200 mil.
Enfatizó que la empresa productiva del Estado está invirtiendo actualmente 250 mil millones de pesos anualmente en exploración y producción, cuando en 2002 y 20003 era de entre 50 y 70 mil millones de pesos al año.
"Esperamos cumplir con nuestra meta de producción de un millón 944 mil barriles, esperamos cumplir con nuestra meta financiera de un déficit de 94 mil millones de pesos, y esperamos cumplir con nuestras metas de nuestros indicadores de producción", expresó.
González Anaya enfatizó la necesidad de elevar la inversión en materia de logística, principalmente en ductos, terminales de almacenamiento y gasolinerías, la cual se estima en 15 mil millones de dólares; no obstante, señaló que debido a las alianzas que Pemex ha hecho se han tenido avances en la materia para ser más eficiente.
El funcionario señaló en febrero de 2016 que la deuda con los proveedores era de alrededor de 147 mil millones de pesos, pero en ese tema ahora "hay buenas noticias".
"Cuando llegamos (a la dirección de Pemex en febrero de 2016) el adeudo a proveedores era de 147 mil millones de pesos, cantidad muy grande. Hoy el adeudo, conocido como pasivo circulante, es de menos de la mitad de eso", comentó.
"(El adeudo restante) es, entre comillas, un monto razonable para una empresa de este tamaño y estamos tratando de darle la mayor revolvencia posible", abundó.
El funcionario federal afirmó que se seguirá trabajando para reducir el monto del adeudo "otro poco más", pero destacó que en una empresa del tamaño de Pemex "es normal que se tenga un pasivo circulante de 60 o 70 mil millones de pesos".