miércoles, 18 de noviembre de 2015

Editorial/Acciones para salvar a la mariposa monarca

Acciones para salvar a la mariposa monarca

En un momento de una eventual guerra mundial contra el Estado Islámico, con los efectos negativos del cambio climático, en México, Estados Unidos y Canadá se realiza un fenómeno silencioso a causa de la contaminación y el los cambios generados por efecto invernadero, que no es otra que la debilitación de las condiciones climáticas en la que habita y se reproduce la mariposa monarca.  En el norte del continente la contaminación y los bruscos cambios te temperatura han afectado severamente la reproducción de esta especie.

En México los bosques de Agangeo, en Michoacán, se vivió un severo proceso de deforestación y de introducción de infraestructura comercial para que turistas vayan y visiten los nidos de reproducción de esta mariposa, sin aportar nada para la protección de esta especie. Esto a pesar de los esfuerzos de autoridades federales y locales. Pero al parecer este proceso de deterioro se ha detenido

No hay que despreciar las acciones que ha venido haciendo el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN), Lorenzo Rosenzweig, quien no ha parado de decir que uno de los principales retos del programa de mariposa Monarca es reducir los riesgos que afectan su hibernación y migración. Recientemente la Fundación BBVA Conservación de la Biodiversidad en Latinoamérica, otorgó un premio de apoyo al FMCM para estimular al Fondo para reforzar su trabajo de protección de la mariposa Monarca, tan necesitada de verdaderos defensores de sus habitat.

El 11 de septiembre pasado la Fundación BBVA anunció el fallo de sus premios, y en la categoría de Actuaciones en Latinoamérica lo concedió al organismo mexicano por casi una década de trabajo para preservar la mariposa Monarca.

El jurado afirmó que La mariposa Monarca (Danaus plexippus). "es una de las especies de invertebrados más emblemáticas del planeta por su extraordinaria migración de más de cinco mil kilómetros entre Canadá y México, un fenómeno único muy vulnerable al cambio climático".

Sobre los riesgos que afectan a esta especie, se sabe que el FMCM realiza un trabajo que ha permitido "reducir de forma significativa desde el año 2000 a la fecha" la tala ilegal de los bosques de zonas de conservación de la mariposa Monarca.

El otro riesgo para la mariposa Monarca es la escasez en su ruta migratoria del algodoncillo asclepia, que es una fuente de energía para estas mariposas, y que cada vez hay menos debido al uso de herbicidas por parte de la agricultura industrializada.

Entonces ahora además de cuidar los sitios de hibernación (en zonas de conservación en México) hay que reforzar la presencia de las asclepias en la ruta migratoria".

No se puede permitir una afectación a la especie por falta de este alimento, ya que "cualquier fenómeno extremo producido por el cambio climático le perjudicaría aún más".

Junto a las autoridades federales, los estados de México y Michoacán, las comunidades indígenas, ejidales y de pequeños propietarios trabajan conjuntamente y para ello se creó el Fondo Monarca que financia estos programas.

El desarrollo de este fondo ha tenido como resultado una disminución de la tala ilegal de bosques, y gracias al trabajo de los 34 ejidos que conforman los programas se puede al mismo tiempo tener un mejor aprovechamiento del lugar.

Destacó que muchas de estas comunidades no pueden vivir solo de los recursos que les aporta el fondo, sino de actividades agrícolas, agropecuarias y forestales.

Consideró que el turismo dejó de ser uno de los principales riesgos para esas áreas naturales protegidas, ya que los integrantes de las propias comunidades guían de una forma más ordenada que en el pasado cuando se denunciaba descontrol.

Hoy en día la gente es más respetuosa con estos santuarios, disfrutan de la vista y se retiran. Ahora, hay que hacer más esfuerzos para que estas comunidades tengan más beneficios del turismo.

La mariposa Monarca es una especie de la que aún falta mucho por conocer de sus procesos biológicos, ya que solo desde los últimos 40 años se tiene un trabajo científico intenso entre México, Estados Unidos y Canadá.