Lino Calderón
Las huellas del pos colonialismo francés en África y el Magreg, y los poderes facticos en la sociedad francesa mantienen una guerra disfrazada y discreta contra diversos personajes franceses que realizan el rescate y humanismo de las personas diferentes a ellos; tal es el caso del humanista y curador René May y los investigadores académicos como Reynald Secher, que documentaron la guerra de genocidio de los revolucionarios franceses en desafortunada Guerra de la Vandée.
Estas fuerzas mantienen en la actualidad y mantuvieron en el pasado una persecución política permanente hasta destruirlos ciudadana, legal, económicamente y socialmente a estos personajes por atreverse a denunciar las atrocidades del ejército Francés y los poderes facticos de ese país en su paso por muchos países ocupados.
En conferencia de prensa en la Hacienda de los Morales el curador, humanista y filósofo francés René Mey reclamó a la República Francesa se le devuelva su ciudadanía, sus bienes en Tolousa y frenar la persecución política en su contra, luego de presenciar en una visita humanitaria a Costa de Marfil perpetrada por soldados franceses en 2007.
El sanador confesó a la prensa mexicana que su otro pecado es haber construido más de 200 departamentos en una zona de la ciudad francesa de Tolouse para que fueran usados por los migrantes africanos y árabes para lograr conseguir trabajo en ese país y que pudieran apoyar a sus familias en sus países de origen.
Confesó que esos fueron sus dos pecados capitales que de acuerdo con los poderes de la República Francesa, generaron el boicot a sus actividades humanitarias y de medicina emocional en Francia, y los países de la comunidad francesa.
Asimismo René Mey anunció que a parado su Labor Humanitaria en México y otros países, ya que pide al gobierno de su país "No ser perseguido político, que liberen sus bienes y no cancelen su pasaporte francés".
Durante la conferencia de prensa el sanador recalcó que todo por delitos inexistentes y todo por criticar las acciones en contra de los migrantes y por la matanza de civiles en Costa de Marfil.
Dijo que recientemente le entregó una carta al embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, donde enumera los inconvenientes que tuvo, previo al año 2000, tras la compra de más de 200 apartamentos en la ciudad de Toulon, además de ser perseguido e ir a la cárcel por delitos inexistentes.
En la carta que a través de Asvazadourian llegará al presidente Emmanuel Macron y al ministro de Justicia francés, Mey explica que favoreció, "por principios humanitarios, a pesar del mundo empresarial en el que operaba", el acceso a la vivienda de inmigrantes africanos, árabes, franceses sin recursos, algo que él atribuye que inquietó a diferentes actores del sistema judicial y municipal, quienes, de acuerdo al humanista, se propusieron a acabar con él.
En el mismo texto, Mey explica que su persecución política no terminó en aquel episodio, sino que en agosto de 2006, "fui a Costa de Marfil por invitación del Presidente de la República y una vez más, impulsado por mi humanismo, quise ayudarlo. Fui testigo directo de la masacre de un pueblo entero, llevada a cabo con la complicidad del ejército francés presente en el lugar. En los sucesos, familias completas fueron torturadas, mutiladas, quemadas y asesinadas de formas impensables".
Tras pregunta de reporteros durante la Conferencia de Prensa el sanador francés y ahora nacionalizado mexicano dijo que "mi presencia en Costa de Marfil como Embajador de la Paz atrajo a representantes de otros países africanos. Vinieron a mi encuentro para pedirme ayuda y consejo, explicándome que su país sufría la misma situación de masacres".
Así fue como se propició la firma del acuerdo de paz del 4 de marzo de 2007 en Uagadugú, Burkina Faso, con la presencia del presidente Laurent Gbagbo (Costa de Marfil), Blaise Compaoré (en aquel momento presidente de Burkina Faso) y Guillaume Soro (Forces Nouvelles).
Explicó que de acuerdo a estos hechos, en la esquela al embajador dice que "entonces me di cuenta que por haber ayudado a salvar miles de vidas humanas había comenzado una persecución política y también porque se firmó el acuerdo de paz (citado en párrafos precedentes).
Desde ese día, mi familia y yo hemos sido amenazados de muerte, y esto en varias ocasiones".
Esto fue lo que causó la salida de Mey del país, algo que detalla al representante francés, "salí apresuradamente de Francia con mi familia, dejando atrás todos mis bienes, además de un hospital humanitario en Madagascar. Ya sé que mis bienes han sido distribuidos en toda ilegalidad e irregularidad".
En la misma línea, explica al embajador que "este expediente, abierto por el juez Fabrice Naudé, ambicioso y con el deseo de coronar su carrera, esconde toda la magnitud de un sistema que la sociedad ha llamado durante mucho tiempo como "Françafrique"".
Para concluir solicitando la "reparación y compensación por mi propiedad que nos permitirá seguir construyendo hospitales y servicios de emergencia gratuitos en los 68 países en los que estamos activos", con su fundación, cuya obra abarca más de 65,000 voluntarios, alrededor de 400 centros humanitarios, que incluye 5 clínicas en México y 500 instructores repartidos en distintos países.
Lo que no incluye la misiva, es que a posteriori de los sucesos de 2007, Mey fue acosado y amenazado de muerte por su intervención en África, teniendo que salir ese mismo año del país y llegando a México, donde continuó trabajando en su camino de ayuda a los demás.
Desde su estancia en el país, se lo vio involucrado en el mismo año en Tabasco, debido a la gran inundación que afectó a miles de personas, ya que fue el mayor suceso de este tipo registrado en la entidad desde 1980, que alcanzó a 17 municipios declarados zona de desastre y a unos 850,000 habitantes, con pérdidas económicas que casi alcanzaron los 3 millones de dólares.
En 2010, Mey dio su ayuda humanitaria en Veracruz, durante el paso del huracán Karl y en 2011, contribuyó con el gobierno de Chihuahua a disminuir en un 75% la violencia protagonizada por el crimen organizado.
Fue entre 2016 y 2019, que también hizo su aporte para reducir los índices delictivos en Guerrero, acompañando una serie de medidas que colocaron a la incidencia delictiva en una franca baja.
Hacia el final y sobre cómo sigue para el humanista su misión de ayudar al prójimo, explicó que "tenemos presencia en 68 países y seguimos abriendo, bajo nuestro lema: Aprender a Ayudar para Aprender a Amar. El Amor existe gracias a la armonía, si intentamos crear más armonía en nuestro planeta, en nuestro entorno y en general entre los seres humanos, significa crear más Amor…
"Estamos también en el bello proyecto de la construcción de un Hospital Humanista, lo que implica tener todo lo que necesita el Ser Humano para su salud y uniendo los dos tipos de medicina alópata y Humanista, desarrollando el valor humanista".
Mey finalizo diciendo que "mucha gente quiere ayudar a otros, pero no saben como… y en nuestra Fundación le damos las oportunidades y las herramientas para expresar gratuitamente esa necesidad de ayudar. Es por esto que después de que la Fundación haya fortalecido los lazos entre los muchos países en los que nos encontramos, también generará una red de Asociaciones, Organizaciones y Fundaciones de todo el mundo, para que en conjunto vayamos trabajando de la mano y volvamos a integrar a la humanidad".
Las huellas del pos colonialismo francés en África y el Magreg, y los poderes facticos en la sociedad francesa mantienen una guerra disfrazada y discreta contra diversos personajes franceses que realizan el rescate y humanismo de las personas diferentes a ellos; tal es el caso del humanista y curador René May y los investigadores académicos como Reynald Secher, que documentaron la guerra de genocidio de los revolucionarios franceses en desafortunada Guerra de la Vandée.
Estas fuerzas mantienen en la actualidad y mantuvieron en el pasado una persecución política permanente hasta destruirlos ciudadana, legal, económicamente y socialmente a estos personajes por atreverse a denunciar las atrocidades del ejército Francés y los poderes facticos de ese país en su paso por muchos países ocupados.
En conferencia de prensa en la Hacienda de los Morales el curador, humanista y filósofo francés René Mey reclamó a la República Francesa se le devuelva su ciudadanía, sus bienes en Tolousa y frenar la persecución política en su contra, luego de presenciar en una visita humanitaria a Costa de Marfil perpetrada por soldados franceses en 2007.
El sanador confesó a la prensa mexicana que su otro pecado es haber construido más de 200 departamentos en una zona de la ciudad francesa de Tolouse para que fueran usados por los migrantes africanos y árabes para lograr conseguir trabajo en ese país y que pudieran apoyar a sus familias en sus países de origen.
Confesó que esos fueron sus dos pecados capitales que de acuerdo con los poderes de la República Francesa, generaron el boicot a sus actividades humanitarias y de medicina emocional en Francia, y los países de la comunidad francesa.
Asimismo René Mey anunció que a parado su Labor Humanitaria en México y otros países, ya que pide al gobierno de su país "No ser perseguido político, que liberen sus bienes y no cancelen su pasaporte francés".
Durante la conferencia de prensa el sanador recalcó que todo por delitos inexistentes y todo por criticar las acciones en contra de los migrantes y por la matanza de civiles en Costa de Marfil.
Dijo que recientemente le entregó una carta al embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, donde enumera los inconvenientes que tuvo, previo al año 2000, tras la compra de más de 200 apartamentos en la ciudad de Toulon, además de ser perseguido e ir a la cárcel por delitos inexistentes.
En la carta que a través de Asvazadourian llegará al presidente Emmanuel Macron y al ministro de Justicia francés, Mey explica que favoreció, "por principios humanitarios, a pesar del mundo empresarial en el que operaba", el acceso a la vivienda de inmigrantes africanos, árabes, franceses sin recursos, algo que él atribuye que inquietó a diferentes actores del sistema judicial y municipal, quienes, de acuerdo al humanista, se propusieron a acabar con él.
En el mismo texto, Mey explica que su persecución política no terminó en aquel episodio, sino que en agosto de 2006, "fui a Costa de Marfil por invitación del Presidente de la República y una vez más, impulsado por mi humanismo, quise ayudarlo. Fui testigo directo de la masacre de un pueblo entero, llevada a cabo con la complicidad del ejército francés presente en el lugar. En los sucesos, familias completas fueron torturadas, mutiladas, quemadas y asesinadas de formas impensables".
Tras pregunta de reporteros durante la Conferencia de Prensa el sanador francés y ahora nacionalizado mexicano dijo que "mi presencia en Costa de Marfil como Embajador de la Paz atrajo a representantes de otros países africanos. Vinieron a mi encuentro para pedirme ayuda y consejo, explicándome que su país sufría la misma situación de masacres".
Así fue como se propició la firma del acuerdo de paz del 4 de marzo de 2007 en Uagadugú, Burkina Faso, con la presencia del presidente Laurent Gbagbo (Costa de Marfil), Blaise Compaoré (en aquel momento presidente de Burkina Faso) y Guillaume Soro (Forces Nouvelles).
Explicó que de acuerdo a estos hechos, en la esquela al embajador dice que "entonces me di cuenta que por haber ayudado a salvar miles de vidas humanas había comenzado una persecución política y también porque se firmó el acuerdo de paz (citado en párrafos precedentes).
Desde ese día, mi familia y yo hemos sido amenazados de muerte, y esto en varias ocasiones".
Esto fue lo que causó la salida de Mey del país, algo que detalla al representante francés, "salí apresuradamente de Francia con mi familia, dejando atrás todos mis bienes, además de un hospital humanitario en Madagascar. Ya sé que mis bienes han sido distribuidos en toda ilegalidad e irregularidad".
En la misma línea, explica al embajador que "este expediente, abierto por el juez Fabrice Naudé, ambicioso y con el deseo de coronar su carrera, esconde toda la magnitud de un sistema que la sociedad ha llamado durante mucho tiempo como "Françafrique"".
Para concluir solicitando la "reparación y compensación por mi propiedad que nos permitirá seguir construyendo hospitales y servicios de emergencia gratuitos en los 68 países en los que estamos activos", con su fundación, cuya obra abarca más de 65,000 voluntarios, alrededor de 400 centros humanitarios, que incluye 5 clínicas en México y 500 instructores repartidos en distintos países.
Lo que no incluye la misiva, es que a posteriori de los sucesos de 2007, Mey fue acosado y amenazado de muerte por su intervención en África, teniendo que salir ese mismo año del país y llegando a México, donde continuó trabajando en su camino de ayuda a los demás.
Desde su estancia en el país, se lo vio involucrado en el mismo año en Tabasco, debido a la gran inundación que afectó a miles de personas, ya que fue el mayor suceso de este tipo registrado en la entidad desde 1980, que alcanzó a 17 municipios declarados zona de desastre y a unos 850,000 habitantes, con pérdidas económicas que casi alcanzaron los 3 millones de dólares.
En 2010, Mey dio su ayuda humanitaria en Veracruz, durante el paso del huracán Karl y en 2011, contribuyó con el gobierno de Chihuahua a disminuir en un 75% la violencia protagonizada por el crimen organizado.
Fue entre 2016 y 2019, que también hizo su aporte para reducir los índices delictivos en Guerrero, acompañando una serie de medidas que colocaron a la incidencia delictiva en una franca baja.
Hacia el final y sobre cómo sigue para el humanista su misión de ayudar al prójimo, explicó que "tenemos presencia en 68 países y seguimos abriendo, bajo nuestro lema: Aprender a Ayudar para Aprender a Amar. El Amor existe gracias a la armonía, si intentamos crear más armonía en nuestro planeta, en nuestro entorno y en general entre los seres humanos, significa crear más Amor…
"Estamos también en el bello proyecto de la construcción de un Hospital Humanista, lo que implica tener todo lo que necesita el Ser Humano para su salud y uniendo los dos tipos de medicina alópata y Humanista, desarrollando el valor humanista".
Mey finalizo diciendo que "mucha gente quiere ayudar a otros, pero no saben como… y en nuestra Fundación le damos las oportunidades y las herramientas para expresar gratuitamente esa necesidad de ayudar. Es por esto que después de que la Fundación haya fortalecido los lazos entre los muchos países en los que nos encontramos, también generará una red de Asociaciones, Organizaciones y Fundaciones de todo el mundo, para que en conjunto vayamos trabajando de la mano y volvamos a integrar a la humanidad".
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