martes, 13 de noviembre de 2012

El País: ¿un periódico sin reporteros?

Desde hace algunos meses Grupo Prisa ha enfrentado problemas que han llevado a sus directivos a tomar decisiones drásticas.

  • Los principales afectados han sido los trabajadores del periódico El País.
  • "Sorprende la indolencia de los medios mexicanos frente a la crisis de uno de los periódicos más prestigiados de habla hispana. Esta indolencia puede explicarse por la incapacidad de los medios de hablar de sí mismos", dice Benassini.

Fotografía: "El País de España" por Esther Vargas @ Flickr

Por Claudia Benassini

El 4 de mayo de 1976 salió a la venta el primer número del periódico españolEl País. A primera vista la fecha puede no parecer significativa, pero prácticamente coincide con los seis meses del fallecimiento de Francisco Franco. En este contexto, el periódico fundado por José Ortega Spottorno fue el primero en la península ibérica que nació con una clara vocación democrática. Más adelante, ya consolidado como medio informativo,El Paísfue punta de lanza del Grupo Prisa –Promotora de Informaciones-, el primer grupo mediático en España, con intereses en la comunicación, la información, la cultura y el entretenimiento.

Además deEl País,  en España Grupo Prisa tiene intereses en la cadena de radio SER, en Cuatro Televisión, la cadena de televisión de paga Digital +, entre los más importantes. En América Latina tiene intereses en la colombiana Radio Caracol, la XEW de México y otras estaciones ubicadas en Chile, Panamá y Ecuador, entre otros países. También está presente en la industria Editorial a través de Santillana y Alfaguara, como las más importantes. En resumidas cuentas, el grupo fundado por los ya fallecidos Jesús de Polanco y Francisco Pérez González, actualmente dirigido por Juan Luis Cebrián –un periodista con amplia experiencia-, está presente en más de veinte países de Europa y América.

Desde hace algunos meses, en el marco de la crisis económica que desde hace más de un año azota a España, Grupo Prisa ha enfrentado problemas que han llevado a sus directivos a tomar decisiones drásticas. Los principales afectados han sido los trabajadores del periódicoEl País, que ha considerado la posibilidad de reducir los salarios en un 15 por ciento, entre otras medidas.  El miércoles 10 de octubre Armando G. Tejeda, corresponsal deLa Jornadaen España, escribió:

El periódicoEl País, el de mayor circulación en España, informó a sus trabajadores que el expediente de regulación de empleo (ERE) considera despedir a 128 personas y la prejubilación de otros 21 periodistas, en este caso mayores de 59 años, lo que implica una tercera parte de la plantilla. (…)

Los trabajadores, por su parte aprobaron manifestar una reprobación general a la "nefasta gestión" del presidente del corporativo mediático, Juan Luis Cebrián, a quien le reclamaron que devuelva parte de la fortuna que se embolsó en los últimos años, mientras el periódico y el grupo naufragaban.

Pero sin duda durante los últimos días los problemas se han recrudecido. Los reporteros protestaron de múltiples maneras hasta que entre el 6 y el 8 de noviembre los trabajadores hicieron un paro de actividades. El origen de las protestas radica en la negativa de los directivos del periódico a modificar su posición. Justamente el martes 6, cuando se inició el paro de actividades Armando G. Tejeda reportó paraLa Jornada:

Para añadir más tensión a la creciente fractura entre la dirección y la redacción, destacados colaboradores del periódico firmaron una carta de apoyo a los trabajadores. Entre los firmantes se encuentran algunas de las plumas más promovidas por la dirección del Grupo Prisa, como el Nobel Mario Vargas Llosa, el escritor Javier Marías, además del chileno Jorge Edwards, Diego Galán, Jordi Gracia, Almudena Grandes, Elvira Lindo, Diego Manrique, Josep Ramoneda, Fernando Savater y David Trueba, entre otros. Todos ellos no sólo expresan su malestar por el plan de despidos masivos, sino también por las denuncias de censuras y amenazas que protagonizó la dirección del diario.

De hecho, una vez concluido el paro los trabajadores afectados votaron en asamblea la propuesta de los directivos del periódico. La negativa fue mayoritaria. En este contexto, desde hace varios días la directiva del país ha intentado justificar el recorte mediante argumentos complementarios. Es decir, no solamente a partir de la crisis económica. El domingo 11 de noviembre un editorial de El País se refirió al problema en los siguientes términos:

Las razones para tan drástico y doloroso ajuste de plantilla residen no solo en la profundísima crisis económica por la que atraviesa el mercado, sino también y sobre todo en el cambio radical que está experimentando el sector, como consecuencia de la implantación de las nuevas tecnologías. En todo el mundo desarrollado las ventas de los diarios se desploman a velocidad impresionante mientras se hunden los ingresos por publicidad. En España, la difusión global ha descendido un 20% en los últimos cinco años y la publicidad en los diarios más de un 50%. En el caso de EL PAÍS las mermas han sido del 22% y del 65% respectivamente. El resultado es que en esta año el periódico ingresará 200 millones de euros menos que en 2007, mientras que el coste de la plantilla, y el número de personas empleadas, ha permanecido estable. Por primera vez en su historia, EL PAÍS ha anunciado pérdidas y las previsiones del sector para el año que viene siguen siendo más que preocupantes. Diarios de referencia en todo el mundo, como The New York Times, Le Monde o The Guardian experimentan idénticas tendencias y han sufrido recortes salariales y de personal similares a los anunciados por EL PAÍS.

Tres argumentos se desprenden del editorial deEl País. El primero, sobre el que gira el discurso, la crisis económica que se ha traducido en pérdidas para el periódico, aunque ha mantenido intacta la planta de trabajadores. El segundo, que en consecuencia, el periódico español ingresará 200 millones de euros menos que en 2007:casualmente al año en que murió Francisco de Polanco, cabeza visible de Grupo Prisacomo ya se comentó. Finalmente, los cambios experimentados por la implantación de las nuevas tecnologías, que obligarían a un cambio en las actividades. Este último argumento resulta de particular importancia en la era digital. Numerosos estudios han dado cuenta de los cambios en la actividad periodística. Peroningún estudio menciona la necesidad de prescindir de reporteros como consecuencia de la digitalización. Aunque parezca absurdo, en este contexto cabe preguntarse ¿cómo se generará la información si no hay reporteros? ¿Con la procedente de agencias informativas? Estos escenarios son inconcebibles sobre todo tratándose de un periódico con el prestigio deEl País.

En este sentido, es innegable queEl Paísatraviesa por una importante crisis económica que obliga a sus directivos a tomar decisiones. ¿Por qué despedir a los reporteros? ¿Por qué argumentar que las nuevas tecnologías se relacionarían con este despido? En este contexto, cobra relevancia el argumento de los reporteros: que los directivos del diario, encabezados por Javier Moreno, y el propio Mariano Cebrián, ajusten sus salarios a los imperativos de la crisis y que las medidas se orienten hacia otras decisiones. Pero despedir a quienes generan la información que conforma la agenda cotidiana es un contrasentido, sobre todo en el caso de un periódico con el prestigio deEl País.

Por lo demás, si en este ensayo se ha manejado únicamente los envíos del corresponsal deLa Jornada, cabe destacar que otros periódicos han dado cuenta de los hechos, aunque en menor medida. La radio y la televisión no han emitido ni una palabra. Sorprende, en consecuencia, la indolencia de los medios mexicanos frente a la crisis de uno de los periódicos más prestigiados de habla hispana. Esta indolencia puede explicarse por la incapacidad de los medios de hablar de sí mismos. Pero también es cierto que más de un periódico mexicano está en una situación igual o peor queEl Paísy la situación se hace pública cuando la quiebra es inminente. Otra evidencia de la incapacidad de los medios de hablar de sí mismos y de solidarizarse con causas ajenas a sus intereses. Como si el silencio fuera suficiente para ocultar una situación con estas características.



Publicado originalmente en Revista Mexicana de Comunicación:El País: ¿un periódico sin reporteros? | Revista Mexicana de Comunicación
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